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Diez clásicos literarios para pasar de padres a hijos este verano

El autor de De libros, padres e hijos, el escritor Miguel Sanmartín nos deja sus recomendaciones para un verano lleno de literatura, la mejor época del año para convertir la lectura en un hábito incorporado a la vida de los más pequeños

Clara González

Actualizada 17:45

El jardín secreto, por Frances Hodgson Burnett

Mary Lennox, nacida en India de padres adinerados y negligentes, es enviada de regreso a Inglaterra después de una epidemia de cólera para vivir en una mansión rural con su tío. Al principio grosera y enojada, Mary se transforma por su encuentro con dos nuevos amigos, su delicado primo Colin y el entusiasta Dickon, y por su descubrimiento, junto a ambos, de un jardín abandonado que encierra un secreto que cambiará la vida de todos ellos.

Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll

En 1862, Charles Lutwidge Dodgson, un tímido matemático de Oxford, creó para una niña una historia sobre otra niña que caía por la madriguera de un peculiar conejo. Así comienzan las inmortales aventuras de Alicia, quizá la heroína más popular de la literatura, en una historia llena de situaciones divertidas y disparatadas y personajes inolvidables, como la Reina de Corazones, el Conejo Blanco, el Gato de Cheshire o el Sombrerero Loco. Como podría haber dicho Dodgson, Alicia no es más que una dosis saludable de diversión y tonterías, un cuento de hadas sobre las dificultades y tribulaciones de crecer vistas a través de la lúcida inocencia de una niña.

Las crónicas de Narnia, por C. S. Lewis

Hace más de 70 años C.S. Lewis creó una tierra de maravillas, fantasía y magia, de heroísmo, fe y sacrificio, y decidió dar a esta tierra el nombre de Narnia. Desde entonces, los cuatro niños Pevensie han vivido en la imaginación de muchas generaciones de niños, los cuales abrieron la puerta de su imaginación al tiempo en que, la más pequeña de los hermanos, Lucy, hizo chirriar las bisagras de un extraño guardarropa y entró en la tierra mágica de Narnia. Estos seis libros exponen la historia de Narnia desde la creación hasta la destrucción y más allá hasta su recreación por Aslan, el mítico león, prefiguración de Cristo.

Ana de las tejas verdes, L. M. Montgomery

En esta colección de ocho novelas de Lucy Maude Montgomery, Matthew y Marilla, una pareja de hermanos mayores, adoptan a una niña huérfana, la locuaz y soñadora pelirroja, Ana, que rápidamente ocupa un lugar central en sus corazones y cambiará el sentido de sus vidas y las de gran parte de aquellos que la rodean. La serie recorre la vida de Ana desde su infancia hasta casamiento y maternidad, y sin duda dejará en sus lectores una huella difícil de olvidar.

El viento en los sauces, por Kenneth Grahame

Otro clásico de la literatura infantil, con un título poético que empuja suavemente a abrir sus páginas. Un libro que alterna la laxitud del sosiego con la acción trepidante; la relajante calma de un paisaje rural con una entrañable trama de relaciones entreveradas de deslumbrantes relámpagos de la verdadera amistad, y todo ello trufado de fino humor. El libro se centra en cuatro personajes animales antropomorfizados, en una versión pastoral de Inglaterra, en busca de algo universal: el hogar como lugar del descanso, donde todos hallamos la seguridad y el calor al amparo de la familia y los amigos. La novela destaca por su mezcla de misticismo, aventura, moralidad y camaradería, en un lenguaje colorido y hermoso.

El Hobbit, por J. R. R. Tolkien

El maravilloso preludio de El Señor de los Anillos. Una de las más grandes fantasías épicas hecha expresamente para los niños: como Alicia y como El viento en los sauces, El Hobbit tiene un origen doméstico, pues, como los otros dos, la historia fue ideada por Tolkien con la intención de entretener a unos concretos niños, en este caso sus hijos. Bilbo Baggins, un hobbit respetable y acomodado, vive cómodamente en su madriguera de hobbit en la Comarca, hasta el día en que el mago errante Gandalf el Blanco lo elige para participar en una aventura de la que quizás nunca regrese y que cambiará para siempre el mundo que le vio nacer: recuperar el hogar y el tesoro de los Enanos, usurpado tiempo ha por el horrendo dragón Smaug.

Pinocho, de Carlo Collodi

El relato original de Carlo Collodi –a diferencia de la edulcorada versión de Disney– nos presenta a un títere de madera que traiciona continuamente el amor y la confianza de su creador, Gepetto, hasta el punto de casi romper el corazón del anciano, pero al que vemos ascender en bondad y humanidad a lo largo de la obra. La verdadera historia de Pinocho de Collodi es pues la de una conversión: la una sustitución de un corazón de madera por uno humano que ha aprendido a amar. Como escribió lúcidamente el cardenal Biffi, «más que sugerir las reglas de comportamiento, el libro desvelaba la verdadera naturaleza del universo; no me decía por sí mismo y en modo directo qué debía hacer, sino que narraba sin incertidumbres la historia del mundo y del hombre; no pretendía aconsejarme; más bien se ofrecía empáticamente a ayudarme a comprender (…). Pinocho trata sobre la ortodoxia católica».

Peter Pan, por J M Barrie

Peter Pan (Peter y Wendy) es la historia de fantasía que lleva a los niños al País de Nunca Jamás, un lugar donde la inocencia trata, sin mancharse, con el ansia de una juventud eterna. Peter Pan y el hada Campanilla llevan a los tres hermanos Darling al País de Nunca Jamás en la más clásica de las historias sobre los sueños infantiles y dónde «todos los niños, excepto uno, crecen». Un lugar soñado en el que los protagonistas y los lectores encuentran a los Niños Perdidos y al malvado Capitán Garfio, y del que ambos volverán para nunca más dejar de soñar.

Mujercitas, por Louisa May Alcott

En esta clásica novela, Louisa May Alcott nos cuenta las vidas y aventuras de las cuatro hermanas March, Meg, Jo, Beth y Amy, y su crecimiento y maduración, teniendo como telón de fondo la nueva Inglaterra del siglo XIX, mientras su padre está fuera durante la Guerra Civil. La historia nos muestra el peregrinar de las protagonistas afrontando los desafíos de la vida y superando sus propios defectos y cargas personales, en su conversión desde las iniciales mujercitas a unas buenas esposas. Como ha dicho la crítica: «un libro absolutamente maravilloso. Una obra fresca, intensa, increíblemente vibrante y fantástica, y para todas las edades».

Todos los cuentos de hadas

Los de los hermanos Grimm, los de Hans Christian Andersen, los de Charles Perrault, los rusos o los populares españoles, y su variada muestra de cómo la maravilla y el misterio hablan a los niños de la verdad última de las cosas. Un compendio de prodigiosos y fascinantes relatos que alimentan su capacidad de asombro, de inocencia y de adoración. Preferentemente que estén hermosamente ilustrados, por ejemplo, por Walter Crane, Arthur Rackham, Ivan Bilibin o Edmund Dulac.