Fundado en 1910

Emily Rarick pidió a sus seguidores de Twitter que compartieran sus experiencias para animar a la jovenUnsplash

Lucha por la vida

La madre que decidió no abortar gracias a un hilo de Twitter

Emily Rarick recibió un mensaje de una joven de 19 años embarazada de 11 semanas con una cita para abortar en dos semanas. Gracias a las historias de otras madres, se decidió por la vida

Todo comenzó cuando Emily Rarick recibió un mensaje de una joven de 19 años, embarazada de 11 semanas y con un aborto programado para dos semanas después. Su gran preocupación era poder continuar con su carrera universitaria siendo madre, pero su pareja, con la que lleva desde los 14 años, no quería al bebé y pensaba que la única salida era abortarlo.

Rarick, una activista provida estadounidense, pidió a sus seguidores de Twitter que dejaran mensajes alentadores que pudieran hacer que la joven se decantara por la vida. La activista afirmó que le había ofrecido todo lo que se le ocurrió para ayudarla, como recaudar dinero o contarle su propia experiencia. «Dice que todas esas cosas podrían ayudar, pero está preocupada de tener que abandonar sus estudios y no poder criar al niño», se puede leer en el hilo.

«No quiero matar a mi bebé y no quiero darlo en adopción. No podría vivir sabiendo que mi hijo estará por ahí y que no podré verle crecer», escribió la joven a Rarick en un mensaje, que compartió en redes sociales con su permiso. Iba a hablar de nuevo con su novio y ver si podría hacerle cambiar de opinión.

Una de las historias que esta madre pudo escuchar y leer fue la de la propia Emily, quien se sometió a dos abortos en menos de seis meses cuando tenía 18 años. Ella misma ha confesado en varias ocasiones que durante años lloró hasta dormirse cada noche, pensando que ya nunca conocería a sus hijos. «Nunca podré verles crecer y envejecer. Me pregunto de qué color habría sido su pelo, cómo sonaría su voz o cómo sería su risa», compartió a través de su página web.

Muchas otras personas anónimas compartieron sus propias experiencias, como el de una madre que se había quedado embarazada también en segundo de carrera sin planearlo. «Me tomé un par de semestres libres y viví con mis padres. Luego pude volver a la universidad. Me saqué la licenciatura y el máster. Mi hijo ha sido la alegría de mi vida», compartió. Ahora tiene 30 años y una hija de dos meses.

Tras escuchar la historia de Rarick, el novio de esta joven madre cambió de opinión. «Me dijo que no podía hacerme eso y permitirme vivir con ello para el resto de mi vida», se puede leer en el mensaje. Finalmente, la joven de 19 años canceló su cita en el centro abortista.

«Seguimos muy asustados por el futuro pero se que hemos tomado la decisión correcta», escribió la universitaria, cuya familia recibió emocionada la noticia de que iban a ser uno más.