Vuelta al cole: cómo recuperar rutinas y no morir en el intento
Horarios, comidas, sueño, material escolar... en el final de agosto estas vuelven a ser las preocupaciones de padres e hijos
Empieza la cuenta atrás más temida y amada por padres e hijos. Agosto ya toca su fin y, con él, quedarse despierto hasta las tantas y poder dormir plácidamente hasta que el desayuno se junte con la comida. Durante estos meses habrá habido quien haya controlado más o menos la rutinas, pero volver a la rigidez del curso es un cuesta que se presenta ante todos tan empinada como quien se enfrenta a una maratón por primera vez y sin entrenar.
Los últimos días de este mes y los primeros de septiembre son cruciales para preparar la vuelta al cole: mochilas, libros, uniformes; y terminar de aterrizar de las vacaciones. Preparar todo el material es imprescindible, igual que lo es recuperar lo hábitos perdidos durante el verano, las rutinas de comidas y de sueño. «Lo mejor, para todas las edades, es ir cortando la rutina de las vacaciones a partir del 31 de agosto; la primera semana de septiembre es imprescindible para empezar a establecer rutinas de nuevo», apunta la maestra Pilu Hernández, fundadora de El pupitre de Pilu.
Quince minutos menos al día
Para ir adaptándose a los madrugones que vuelven con el inicio del curso escolar, la experta recomienda «empezar a establecer una hora para levantarse que se aproxime, poco a poco, a la hora a la que tendrán que levantarse cuando empiece el cole; con ir reduciendo 15 minutos al día iremos logrando que vayan cogiendo de nuevo la rutina de levantarse temprano». Este punto debe ir unido siempre a la hora de acostarse, que también hay que ir adelantando cada día para conseguir acercarse a los horarios escolares habituales.
Formar parte de todo el proceso de adquirir los libros de texto, elegir su propio estuche, mochila o lápices ayuda a que los alumnos se preparen para volver a las aulas. «Adquirir los libros es una tarea que se tiene que hacer en familia y dejarles que escojan el color del forro para los libros o que elijan su propio material nuevo, si lo necesitan».
Buscar el equilibrio
Durante el verano, las actividades a las que se dedican gran parte del día nada tienen que ver con las que vuelven cuando llega el otoño. Para antes de que se caigan las hojas de los árboles, hay que haber encontrado un «equilibrio entre la diversión del verano y el orden del invierno», indica Hernández. Se puede seguir yendo a la piscina, al parque o a la playa, pero con tiempo suficiente para al volver a casa, poder realizar alguna otra actividad, como leer. «Con esto lo que vamos a lograr es que vayan poco a poco asumiendo que no van a poder estar todo el día jugando y que van a comenzar una nueva etapa de aprendizaje», explica.
La alimentación también se modifica de alguna forma durante la temporada de chiringuito, con cambios en los horarios y menor control sobre una ingesta de alimentos saludable. La maestra puntualiza que «es importante que volvamos a comer y cenar en la mesa habitual, que volvamos a poner platos y cubiertos y a pensar los menús porque la alimentación sana es la base de una actividad cerebral correcta» y poder enfrentarse al nuevo curso con las pilas cargadas.
REcomendaciones para volver a la rutina
- Cortar la rutina de las vacaciones desde el 31 de agosto.
- Controlar el ciclo de sueño. Reducir 15 minutos al día la hora de levantarse y acostarse para aproximarse al horario escolar.
- Preparar el material escolar. Comprar los libros en familia y dejarles elegir el nuevo material si lo necesitan.
- Establecer un equilibrio entre la diversión del verano y el orden del invierno. Reducir el tiempo de piscina, parque y pantallas.
- Volver a una alimentación sana.
- Verbalizar: hablar sobre el nuevo curso que comienza con los menores.