Formación Profesional o carrera universitaria: ¿qué estudios tienen mejor salida laboral?
La mayoría de los jóvenes españoles eligen, tras la ESO, el bachillerato y la carrera universitaria. Pero actualmente hay más trabajo para los graduados de formación profesional
La mayoría de los jóvenes, tras la educación obligatoria, eligen la vía de bachillerato para posteriormente acceder a un grado universitario y son muchos los que desconocen la opción de la formación profesional.
Según los datos del INE, en 2018 finalizaron un grado universitario un 50,4 % de mujeres y un 32,9 % de hombres; mientras que de grado superior solo fueron el 30,3 % y el 28,2 % respectivamente.
Después de la ESO, los jóvenes tienen varias opciones: la de acceder a una formación profesional de grado medio tras la que podrán acceder a un grado superior, o bien hacer el bachillerato, que ofrece una formación menos especializada que la F.P., y después acceder a un grado universitario o un grado superior de formación profesional.
Mayor empleabilidad en FP
Si observamos los datos y analizamos de forma objetiva qué formación ofrece mayor empleabilidad encontramos que, según el Informe Infoempleo Adecco 2021, «la Formación Profesional se ha convertido en la formación más demandada en nuestro país, un 41,3 % de las ofertas de empleo así lo indica. Esta cifra, que se ha incrementado con respecto al año anterior cuando se situaba en el 38,8 %, supone desbancar a la formación universitaria como la más requerida en las ofertas de empleo (33,7 %)».
En 2018, los ciclos formativos consiguieron ser los más demandados por las empresas, por delante de los grados universitarios. En 2019, volvieron a ocupar el segundo lugar en la oferta de empleo según la formación. Pero en 2020 y 2021 han vuelto a ocupar el primer lugar de la empleabilidad.
La FP en España tenía «mala imagen» y los jóvenes optaban en mayor medida por los grados universitarios. Sin embargo, tras la crisis y el aumento del paro entre jóvenes graduados universitarios, se evidenció la necesidad de revitalizar la formación profesional, pues había mucho titulado universitario y muy poco técnico superior.
Poco a poco esa inmerecida mala imagen que tenían las FP ha ido desapareciendo, en gran parte gracias a los datos que muestran la empleabilidad que ofrece; pero también ha ayudado a quitarse ese estigma social la modernización de la oferta de estudios, que conecta mejor con las necesidades de las empresas de nuestro país.
Universitario o técnico superior
Hasta hace poco los grados universitarios contaban con mayor empleabilidad, sin embargo actualmente el mercado laboral precisa más técnicos que universitarios; que sin embargo siguen contando con una empleabilidad del 33,7 % .
La oferta universitaria es amplia y abarca todos los sectores económicos y es, por supuesto, una buena opción. El problema es cuando existe un superávit de universitarios y un déficit de técnicos. Si el mercado laboral no cuenta con quien desempeñe las labores técnicas, de nada sirve que haya titulados universitarios que accedan a puestos «superiores».
El problema es la «titulitis», fundamentada en la creencia de que un grado universitario es mejor que una formación profesional. Hay que dignificar la FP y no hacer creer a los jóvenes españoles que son mejores o peores según el título que tengan.
La sociedad y la economía española necesitan tanto graduados universitarios como técnicos profesionales, ambos son imprescindibles y desempeñan funciones que mantienen la economía nacional.