¿Por qué me gusta septiembre?
«Septiembre» no es amigo de la depresión postvacacional
Desde hace tiempo, las páginas de los periódicos del mes de septiembre están protagonizadas por artículos que hacen hincapié en la tristeza o la apatía que aparece con la vuelta al trabajo. Es el llamado síndrome postvacacional o depresión postvacacional. Por eso cuando se habla de desánimo, nerviosísimo, desidia… o cualquiera de los síntomas que pueden surgir tras las vacaciones, te animo a que cojas las riendas de tu cabeza y no dejes que todos estos pensamientos negativos se adueñen de ti.
Dejar de hacer algo que gusta no es fácil, pero si además hay que ponerse a hacer algo que no gusta entonces psicológicamente nos hundimos, y eso es lo que ocurre cuando tenemos que volver a trabajar. Es cierto que el verano es el momento del año que más disfrutamos, pues aprovechamos para hacer todas esas cosas que durante el año no podemos hacer y además es un momento en el que estamos con aquellas personas que queremos. Pero no es solo cuestión de hacer lo que uno quiere, sino también cómo lo hacemos.
Por eso volver en septiembre no es tanto volver a hacer las cosas, volver a trabajar, o volver a una rutina, sino es cómo hacemos esas cosas, cómo nos tomamos la rutina, cómo volvemos a trabajar.
Trabajar es bueno. Muy bueno. Y necesario. Como mínimo desde un punto de vista psicológico. Volver a los quehaceres de cada día, a la rutina (que no a la monotonía), al orden (que no a la rigidez) y a darnos a nosotros mismos en un ámbito profesional no solo es bueno, sino también saludable. Y para poder aprender a disfrutar de este mes te animo a que empieces a ver tu día a día, tu septiembre, de forma radicalmente distinta.
Propósitos, intenciones y proyectos
Por eso desde ya, hago una oda a este mes. Un mes en donde empieza el curso y para muchos el año. Un mes que empieza con fuerza, con el contador a cero. Uno vuelve con el impulso del verano, con ganas y por qué no, con el guapo subido…porque nuestro cuerpo somatiza, y al estar nuestras células más relajadas, nuestra cara brilla más. Y no olvidemos el moreno, ese color que tan bien queda.
Septiembre es cuando volvemos con los propósitos, las intenciones y también con los proyectos. Y todo ello se consiguen gracias a un horario. Horario que te estructura el día, que te ordena y que hace que el día sea más largo.
Por todo ello, no dejes que el comienzo de septiembre enturbie tu estado de ánimo. No permitas que tus pensamientos negativos sean los que te controlen en este nuevo curso que empezamos, sino todo lo contrario. Trae a tu cabeza todos los momentos buenos del verano, sin anhelarlos, pero con alegría, sabiendo que septiembre es un nuevo libro, nuevos aprendizajes y con ello nuevos cuadernos… por eso, plantéate ¿cómo vas a empezar a escribir en tu nueva página en blanco?