Economía del hogar
¿Cómo enseñar a tus hijos a ahorrar?
El método de las cuatro huchas ayudará a los niños a ser más responsables y más solidarios
Los ingresos de los niños suelen ser como ellos mismos: pequeños. Una paga, una monedita debajo de la almohada cuando viene el ratón Pérez o alguna que otra propina en una ocasión especial, como un cumpleaños o la Navidad. Sin embargo, no hay que dejar pasar la oportunidad de enseñarles el valor del ahorro y que todo tiene un precio. Quizá de poco les sirva mientras sigan siendo niños, pero cuando vayan creciendo llegará un momento en el que tengan que gestionar sus propios ahorros y comenzar a administrarse para llegar a fin de mes con todo lo que necesiten.
Una herramienta eficaz es el de las cuatro huchas. En su libro Los secretos de la mente millonaria, Harv Eker desvela su método de los porcentajes, dividir los ingresos de un adulto en seis partes: 55 % para necesidades básicas, 10 % para ahorro, 10 % para formación, 10 % para inversiones a largo plazo, 10 % para ocio y 5 % para donativos.
Dado que las finanzas de los más jóvenes de la casa no son tan complejas como las de los adultos, este método se puede simplificar en cuatro huchas en las que dividir su paga: gastos obligatorios (25 %), ahorro e inversión (50 %), ocio (15 %) y donativos (10 %). Los porcentajes son solo un ejemplo, padres e hijos pueden pactarlos juntos mientras planean como organizar el dinero de la mejor manera para su caso concreto.
Enseñarles a ahorrar no es solo bueno por el fin material, sino también porque fomentará que comiencen a hacerse responsables de sus actos y de las decisiones que toman con sus ingresos. La hucha de donativos les ayudará también a ser más solidarios de una manera consciente eligiendo ellos mismos los proyectos y las organizaciones donde deseen depositar parte de sus ingresos.
En momentos como los de ahora, cuando la cesta de la compra ha llegado a máximos históricos y también lo hace la factura de la luz, hablarles del ahorro y de los recortes que habrá de hacer la familia es una manera de hacerles tomar conciencia con la economía familiar, de la que todos toman parte en casa. Los más pequeños quizá no sepan todavía que el dinero no sale del cajero de forma mágica o que una crisis económica no se acaba por muchos billetes nuevos que se fabriquen.
Como en tantas otras cosas con los niños y su educación, lo más importante, lo que antes van a aprender, porque no implica palabras, sino que va más allá, es el ejemplo. Decía la Madre Teresa de Calcuta que los hijos no siempre te escuchan, pero te observan.