Empiezan las jornadas del Instituto CEU de la Familia: «El acto más potente de fe en el mundo es traer una nueva vida»
El catedrático de Teoría y Filosofía del Derecho, Elio Gallego, habló de la familia como fundamento de la libertad y lamentó que la sociedad de hoy «huye del sacrificio»
«¿Hay algún acto de fe en el mundo más potente que traer a él una nueva vida?», se preguntaba a modo retórico el profesor Elio Gallego durante la primera sesión del curso de las Jornadas Permanentes sobre la Familia, organizadas por el Instituto CEU de la Familia. Gallego citó a la filósofa Hannah Arendt y habló de la natalidad como «el milagro que salva el mundo», y confiere a los asuntos humanos «fe y esperanza».
El catedrático de Teoría y Filosofía del Derecho en la Universidad CEU San Pablo abordó este miércoles el tema ‘La familia: fundamento de la libertad’, con una ponencia que abrió un ciclo de jornadas que lleva por título ‘La familia: heredera y transmisora’. El lema se alinea con el tema nacional de este año de la Asociación Católica de Propagandistas, «Proponemos la fe, transmitimos un legado».
Gallego defendió la libertad como la capacidad de optar por lo bueno, y lamentó que sea una concepción con poco predicamento hoy en día, porque –señaló– «la energía para ver, reconocer y asumir el punto verdadero para no extraviarnos tiene una forma que nos espanta: la del sacrificio». Así, el ponente lamentó que la sociedad actual, tal vez por haber rechazado lo sagrado, «huye del sacrificio».
La familia unida a la libertad
Durante el acto, celebrado en la sede del Instituto CEU de la Familia, en Madrid, Gallego recurrió al libro del Génesis para destacar que el propio nacimiento de la familia ya está atravesado por un acto libre. «La teología católica nos dice que, antes que nada, la Creación es un acto de libertad de Dios», recordó, y describió la historia de la salvación como «la historia de la salida del hombre de Dios para que vuelva a Él». Esto se repite -apuntó- en la relación de cada padre con sus hijos.
Gallego también reflexionó sobre la naturaleza del matrimonio, y sobre la renuncia al yo que este requiere. «Cuando Dios crea a la mujer, el hombre tiene que dormir: él tiene que morir simbólicamente para dar espacio al otro; la otra, en este caso», explicó, y defendió que el matrimonio es un diálogo que se vive en tres lugares fundamentales: «el altar, la mesa y la cama».
La presentación del invitado corrió a cargo de la secretaria académica del Instituto CEU de la Familia, Carmen Sánchez Maíllo, quien también introdujo el tema anual de las jornadas. Las próximas sesiones contarán con la presencia de ponentes como el director del Colegio CEU Abat Oliba Spínola, Jordi Cabanes; la presidenta de la Asociación de Familias Numerosas de Madrid, María Menéndez de Zubillaga, o el poeta Enrique García-Máiquez.