La mesa navideña perfecta: ¿cómo van los cubiertos? ¿Cómo decorarla?
Una corona de Adviento puede ser el centro de mesa más indicado para recordar lo verdaderamente importante en Navidad, la espera del nacimiento de Jesús
La Navidad es momento de estar en familia y cuántas más personas haya a la mesa, más se puede complicar la organización de platos, vasos, copas, cubiertos, velas, centros de mesa y servilletas.
La vajilla ha de ser el centro de cada sitio y una vez colocados el llano y el hondo se van ordenando los cubiertos. Los platos sirven de guía para todo lo demás. A modo decorativo también se puede incluir un bajoplato, de plástico, de papel o quizá de rafia –si lo buscado es una mesa de estilo rústico–.
Con tantos platos como suele incluir un menú navideño, el momento más delicado –y complicado– sea acomodar los cubiertos. Desde dentro hacia fuera, se tendrán que colocar en orden inverso a cómo se van a usar. Los del exterior serán los primeros que se utilicen y así hacia la parte más cercana a la vajilla.
Los tenedores van siempre a la izquierda, mientras que los cuchillos, primero, y las cucharas, a continuación del cubierto para cortar, a la derecha del plato. ¿Hay alguna excepción? Quizá las únicas dos sean el tenedor pequeño que se utiliza para el cóctel o el marisco, que va después de la cuchara, a la derecha; y la cucharilla del postre, en horizontal por encima de los platos (boca arriba y con el mango hacia la derecha). Si le acompaña un tenedor también para el dulce que culmina la cena, este iría sobre la cucharilla pero en el otro sentido.
Todo lo que se emplea en una mesa para beber va por encima de los platos, en diagonal sobre los cuchillos y cucharas y hacia arriba. Desde fuera hacia dentro, van: la copa de vino tinto, la de vino blanco, la copa o el vaso de agua y, por último, la de cava. En el lado contrario a la cristalería, se sitúa el pan, en un plato pequeño o un cesto, y justo por encima de los tenedores y a la izquierda de los cubiertos para el postre.
Algunas ideas de decoración
Los colores rojo, verde y dorado son los más comunes en una mesa de Navidad. Si se opta por una mantelería con estampado hará más contraste con una vajilla lisa, en blanco o en algún color a juego con el diseño de las telas. Un lienzo liso sobre la mesa deja más opciones para poder disponer un plato hondo de algún color original, combinado con el centro de mesa o un bajoplato estampado o unas copas de colores.
Las velas o los hilos de luces led crean alrededor de la mesa un ambiente cálido, de intimidad, perfecto para la noche más señalada del final del año. Bajo estas, un camino de mesa, estampado o liso, es la base perfecta para un centro de mesa con hojas, piñas o flores de pascua.
Cuando no queda sitio en la mesa para las servilletas, una idea es colocarla sobre el plato con un servilletero: uno sencillo de madera, atada con cuerda de rafia y una ramita navideña de bayas y abeto. O quizá también doblada en forma de árbol de Navidad como se puede ver en el vídeo a continuación.
Las coronas de Adviento, con las cuatro velas que simbolizan los domingos de los cuarenta días de espera del nacimiento de Jesús, también hacen las veces de centro de mesa. Así se suma también el sentimiento religioso y se recuerda el verdadero centro de la Navidad también en la mesa.