El truco del euro al día o las cuatro huchas: cómo afrontar la cuesta de enero en familia
Acciones que en el día a día parecen nimias pueden ayudar a recuperar y estabilizar la economía familiar después de la Navidad
Los hogares españoles afrontan una de las cuestas de enero más duras de las últimas décadas. El IPC, el gas, las hipotecas, los alimentos, los regalos de Navidad y las grandes cenas y comidas... Después de las fiestas toca revisar la cuenta y ajustar presupuestos para el comienzo del año.
Recortar gastos parece la estrategia más efectiva para recuperar lo ya gastado y quizá una buena manera de comenzar sea eliminar del día a día todo lo verdaderamente innecesario: esa napolitana a media mañana, ese café de más o algún que otro capricho.
El truco de un euro al día consiste en esto mismo, en eliminar alguna compra rutinaria y meter lo ahorrado en la hucha, como mínimo un euro. Así se garantiza un fino colchón de al menos 30 € mensuales que se pueden dedicar a necesidades importantes.
Harv Eker, en su libro Los secretos de la mente millonaria, desvela un método de ahorro basado en porcentajes. Se trata de dividir los ingresos de un adulto en seis partes: 55 % para necesidades básicas, 10 % para ahorro, 10 % para formación, 10 % para inversiones a largo plazo, 10 % para ocio y 5 % para donativos.
Este también puede simplificarse para los más pequeños, de manera que en vez de seis habrá cuatro huchas en las que dividir la paga: gastos obligatorios (25 %), ahorro e inversión (50 %), ocio (15 %) y donativos (10 %).
Este euro al día o el método de las huchas puede considerarse parte del ahorro más activo. No obstante, en el día a día hay muchas otras acciones que suponen un ahorro pasivo, pero efectivo, como apagar los alargadores antes de salir de casa, desenchufar los cargadores del móvil, no abrir el horno mientras está en marcha o cambiar las bombillas tradicionales por unas de bajo consumo led.
Poner la lavadora en las horas bajas de consumo, entre las 14h y las 16h o desde las 23h hasta las 7 de la mañana, y con agua fría puede hacer reducir la factura, al igual que no hacer funcionar otros electrodomésticos en horas puntas o apagar la calefacción siempre que sea posible.
El lavavajillas es la excepción entre las máquinas de casa. Para ahorrar en energía, mientras que con la ropa la recomendación es limitar el uso de la secadora y espaciar las lavadoras lo que se pueda, los expertos recomiendan poner el lavavajillas para los cubiertos y la vajilla, ya que consume un 40 % menos que lavar los platos a mano con agua caliente.
La lista de la compra puede parecer un papel sin importancia, pero es más que necesaria para poder ir al supermercado y no salir con el carro desbordado de alimentos y objetos que nadie necesita. Mantener la concentración en lo que de verdad hace falta evitará gastar de más. Puede parecer un detalle nimio, pero ir a la compra con hambre es la causa de salir de la tienda con algo para picar y un gasto extra.