Fundado en 1910

Óscar García Mulet es el autor de Crecer como niños, crecer como niñasPexels

A examen la identidad sexual: ¿se hace o se nace hombre o mujer?

«Desde los primeros instantes de la generación de la persona humana todo tiene un lenguaje binario», explica el profesor García Mulet: la expresión genética, gonadal, morfológica y psicológica

Rosa o azul, muñecas o coches, falda o pantalón... Diversos objetos se asocian desde el nacimiento con niñas o niños, con lo femenino y lo masculino. ¿Es una cuestión de nacer de determinada manera o es el sexo algo asignado al llegar al mundo?

A principios del siglo pasado, una mujer llamada Nettie Stevens revolucionó la genética. Estudiando el material genético de los cromosomas sexuales descubrió que mientras que la mujer tenía parejas de XX, en el caso de los hombres había además un cromosoma más pequeño, el Y. Es el espermatozoide el que aporta esta información y que determina que una persona desde el mismo momento de su concepción tenga una información genética concreta que le hacen hembra o varón.

Un estudio completo sobre la persona

«Es absolutamente falso lo que se ha difundido en los últimos años: que nace neutro y arbitrariamente se nos asigna un sexo al nacer», afirma Óscar García Mulet, profesor y autor de Crecer como niños, crecer como niñas: La maduración integral de la masculinidad y la feminidad en las primeras etapas de la vida. Su obra constituye un estudio neurológico, biológico y psicológico de la persona con el fin de discernir cuándo surge la masculinidad o la feminidad o si, en cambio, es algo con lo que se nace.

«Varón y hembra los creó», reza el Génesis (1, 27). «Desde los primeros instantes de la generación de la persona humana todo tiene un lenguaje binario», explica el autor: la expresión genética, gonadal, morfológica y psicológica. «Todo confluye para configurar un hecho sexual que nos precede, que nos determina en todos los sentidos», continúa. No obstante, el recelo hacia la diferencia sexual y el hecho binario están desdibujando la masculinidad y la feminidad. Por ello, con su libro García Mulet se propuso profundizar en «un sinfín de libros, artículos de investigación, experiencias y testimonios que acreditan la belleza, la verdad y la bondad de la naturaleza recibida», ahonda.

¿Hay que hablar a los niños de su sexualidad?

Juguetes sin género o charlas sobre educación, identidad u orientación sexual en los colegios. ¿Se confunde a los niños con tantas ideas sobre sexualidad? «Estamos asistiendo a un hecho sumamente peligroso de funestas consecuencias: la sexualización agresiva de los niños a edades tempranas», afirma García Mulet. Montessori advertía del peligro de que el adulto destruya lo que la naturaleza ha querido hacer y el profesor, en este caso, de que el Estado ha robado a los padres el papel de hablarles a sus hijos de su sexualidad. «Deberían ser ellos los que transmitieran el hecho sexual ligado al amor, a la dignidad de la persona, a las propias creencias», afirma el profesor.

Preguntado sobre la creciente cantidad de niños que se declaran trans, García Mulet aborda este fenómeno como una expresión del rechazo a uno mismo, una consecuencia del cortocircuito del vínculo paterno o materno, frente a lo que sugiere criterios de acompañamiento en su libro. Se pregunta el profesor cómo es posible que la percepción del niño se ponga por encima de un cuadro clínico completo, y lo hace recordando la investigación sobre la clínica británica Tavistock, de referencia en cuanto al cambio de sexo de menores de edad: «El 97,5 % de los niños intervenidos padecían autismo, depresión y otros trastornos. Los médicos trataban la disforia de género como una causa en vez de un síntoma de la angustia adolescente y les recetaban bloqueadores de la pubertad», aclara.