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Una madre acompaña a sus hijos a la entrada del colegio.EP

Familia

¿Hasta que edad es obligatorio acompañar a los hijos al colegio, según la ley?

No siempre es fácil compaginar la vida laboral con la familiar por lo que es común que, con cierta edad, los niños acudan por las mañanas al colegio sin la compañía de un adulto, sobre todo si el centro de estudios se encuentra cerca del domicilio. No obstante, es importante tener en cuenta que la ley establece una penalización para aquellos progenitores y tutores legales que no cumplan correctamente con ciertos aspectos del cuidado de los menores.

El Código Penal recoge en su artículo 229 una pena de prisión de uno o dos años, que puede incrementarse desde los dieciocho meses a los tres años, para aquellas personas a cargo de la guarda de un menor que lo abandonen, es decir, que priven a este del cuidado necesario para su protección, como puede ser, ir acompañado por la calle.

Sin embargo, no existe ninguna ley que regule la edad concreta a la que los pequeños pueden ir solos por la calle, aunque los especialistas consideran que lo correcto sería entre los 7 y los 12 años.

La edad varía en pueblo y en ciudad

Según explicó el pasado año Javier Urra, doctor en psicología clínica especializado en infantes en una entrevista en Rac1.cat, ningún menor de 7 años debería ir solo al colegio ya que es precisamente a esta edad cuando los pequeños comienzan a desarrollar las capacidades necesarias para anticipar riesgos.

Además, este camino a la escuela en solitario puede hacerse de forma progresiva, para que, tanto el menor como los progenitores, vayan ganando en tranquilidad. Así, por ejemplo, el pequeño puede hacer el camino solo seguido de sus padres a una distancia prudencial e ir poco a poco bajando esa vigilancia hasta que el niño pueda hacer el camino sin compañía.

Por otro lado, el experto asegura que las distancias juegan un papel clave en estos casos. Así, en los pueblos y ciudades pequeñas, los padres pueden optar por dejar que los pequeños vayan solos a partir de los 7 años, siempre informando de todos los peligros del camino (cruces de tráfico, por ejemplo) y cerciorándose de que el menor quiere probar a hacer el camino solo.

No obstante, las grandes distancias, la densidad de población y el tráfico de las grandes ciudades pueden hacer que esta edad mínima suba un poco. Según Urra, en estos casos lo ideal es esperar al menos a los 9 años, que es también la mejor edad para probar si los niños pueden quedarse solos en casa durante periodos cortos de tiempo.

El trayecto implica ir en transporte público

Si el trayecto implica usar el transporte público, el especialista aclara que hay que evaluar factores como la frecuencia de los autobuses o del metro, si el colegio está en el mismo barrio o si el menor va a ir acompañado de otros amigos de su edad, que es lo ideal para empezar a hacer este tipo de recorridos.

Como aseguraba Urra, «que un niño coja el bus solo en una ciudad grande como Barcelona requiere que tenga una edad más avanzada: 11 o 12 años. De todas formas, es algo que los padres deben ir sopesando. Hay que comprobar si el niño ya sabe ir a su aire, si es consciente de todo lo que implica el trayecto... Y habría que valorar la posibilidad de darle un móvil para que avise de cualquier incidente».