
Una enfermera australiana escribió un libro en el que recopila todo aquello por lo que sus pacientes sentían remordimientos
Las cinco cosas de las que se arrepiente la gente antes de morir
La enfermera de cuidados paliativos Bronnie Ware ha recopilado en un libro las cuestiones que más frustración generaba a sus pacientes en su lecho de muerte
Bronnie Ware pasa sus días donde ronda la muerte, viendo su rostro a cada rato llevándose a sus pacientes. Es enfermera especializada en cuidados paliativos desde hace décadas y comenzó contando en su blog sus experiencias en el trabajo, pero tras hacerse viral, decidió plasmar todo lo que al llegar la parca con su guadaña hacía que más se arrepintiesen los enfermos en un libro.
The top five regrets of the dying, traducido al español con el título Los cinco mandamientos para tener una vida plena, plasma todo lo que Ware vio en su labor como cuidadora de enfermos terminales, todas las lamentaciones por lo que pudo haber sido su vida, pero no fue. Estas confesiones en el lecho de muerte transformaron su vida, y contándolo en internet, se dio cuenta de que estaba teniendo un impacto real en todas las personas que la leían.
«Encontré una larga lista de arrepentimientos, pero trate de centrarme en los cinco más comunes en el libro», dijo la autora cuando su obra fue publicada. Al repasar sus vidas, la mayoría de personas estaban de acuerdo en cinco cosas:
Ser uno mismo
No haber vivido una vida más auténtica fue la respuesta más repetida a la pregunta de Ware. «El principal arrepentimiento es 'ojalá hubiera tenido el coraje de hacer lo que realmente quería y no lo que otros esperaban'», comenta la autora. Sueños no cumplidos y expectativas frustradas que cuando se echa la vista atrás traen consigo el arrepentimiento.«Casi nadie logra siquiera la mitad de sus sueños y se mueren sabiendo que fue por decisiones que ellos tomaron», dice Ware, que también ha constatado por medio de su experiencia que hay quien no se da cuenta de que «la salud trae libertad, hasta que les falta», afirma.
Trabajar tanto
Como dato curioso, la autora especifica que este arrepentimiento concreto provino de cada paciente masculino al que cuidó. «Echaron de menos haber vivido más la infancia de sus hijos y no haber disfrutado más la compañía de su pareja», dice.
A las mujeres también les pasaba, aunque como la mayoría de las que trataba eran muy mayores, «casi todas habían sido amas de casa», recuerda Ware.
Expresar los sentimientos
«Ojalá hubiera tenido el coraje de hablar y decir que no me gustaba algo o de hablar con personas y decirles lo que sentía por ellas», cuenta la autora que le decían los pacientes. Lo que dijeron y lo que callaron pesó a sus espaldas en sus últimos días, tanto que, según dice la autora, «se condenaron a una existencia mediocre y nunca se convirtieron en quienes eran capaces de haber sido».
Dejar de lado a las amistades
No haber mantenido el contacto con los amigos generaba angustia y frustración en los enfermos, según observó la enfermera. «Hubo muchos arrepentidos que no ofrecieron el tiempo y el esfuerzo que sus amistades merecían. Todos extrañan a sus amigos cuando están a punto de morir», expresa.
Ser más feliz
«Hasta el final, no se dan cuenta de que la felicidad es una elección», explica Ware. El quinto y último gran arrepentimiento de la lista era, según ella, «sorprendentemente común». «Habían estado atrapados en viejas rutinas y hábitos. La zona de confort y el entorno familiar les paralizaron», cuenta la enfermera, a lo que añade que el miedo al cambio les hizo fingir ante los demás, y para sí mismos, que estaban contentos, «cuando en lo profundo de su ser anhelaban reírse y volver a hacer todo tipo de tonterías», expone.