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Dieta mediterránea

Estos son los alimentos que pueden mejorar la fertilidad según la ciencia

«No hay ningún proceso fisiológico que no necesite nutrientes para funcionar correctamente», afirma Beatriz Méndez del Río, nutricionista experta en fertilidad y salud hormonal. Y la reproducción no es una excepción. En este sentido, distintas investigaciones científicas han demostrado cómo ciertas deficiencias nutricionales, determinadas dietas o patrones de alimentación están relacionadas con mayores tasas de infertilidad. La experta cita varias de ellas, como el Estudio Salud de las Enfermeras (Nurses Healthtudy), que se encuentra «entre los más importantes sobre los factores de riesgo de las principales enfermedades crónicas en las mujeres», explica Méndez.

En este, continúa la nutricionista, se encontró que obtener solamente el 2 % del consumo de energía de grasas trans en vez de poli o monoinsaturadas aumenta el riesgo de infertilidad anovulatoria, pero también si la ingesta de carbohidratos provenía de los más complejos ricos en fibra y almidón o si consumían productos lácteos ricos en grasas en comparación con los desnatados.

«Revistas como American Journal of Obstetrics and Gynecology o Fertility and Sterility han publicado muchos estudios que muestran un cambio dramático en las tasas de fertilidad solo con cambios en la dieta y el estilo de vida», explica Méndez del Río. Uno de ellos fue realizado por la Universidad de Navarra y la conclusión a la que llegaron después de analizar a 2.000 mujeres de entre 20 y 45 años fue que aquellas que seguían una alimentación cercana a la dieta mediterránea tenían menos dificultades para concebir un hijo.

«La dieta mediterránea es conocida por sus cualidades antiinflamatorias», dice la experta en fertilidad, quien indica que esta, la inflamación, es uno de los mayores disruptores a nivel hormonal que se conocen. Los antioxidantes de las frutas y verduras presentes en este patrón de alimentación «protegen el óvulo y el esperma del estrés oxidativo», informa Méndez. Esta dieta tiene también

No obstante, nada de esto no asegura una mejor fertilidad si no se cumplen tres premisas. El primero de ellos es tener suficientes calorías para funcionar: «Si estamos en déficit calórico, el cuerpo entra en modo ahorro y llevara a cabo una alocación de recursos en función de aquellas funciones que necesite priorizar para sobrevivir, y la reproducción no es una función indispensable», explica la nutricionista.

Por otro lado, a pesar de la dieta mediterránea son necesarios ciertos nutrientes esenciales para que la reproducción se pueda llevar a cabo de forma óptima. «Una dieta calóricamente suficiente pero nutricionalmente pobre esta relacionada con peores tasas de fertilidad», afirma. En este sentido, los nutrientes específicos que juegan un papel fundamental en esta fase del ciclo de vida de los seres vivos que es la reproducción son las vitaminas de los grupos B, A, C o E.

Por último, la experta subraya lo importante que es el correcto equilibrio entre la glucosa y la insulina. «Uno de los motivos por los que la dieta mediterránea también apoya la fertilidad, precisamente es porque es una dieta rica en fibra, grasas y proteína de calidad», argumenta.