El 90 % de los adolescentes que usa IA en España reconoce que les hace más dependientes y menos inteligentes
Un estudio con más de 1.000 alumnos españoles, de entre 15 y 17 años, revela que casi el 80 % de los estudiantes de Bachillerato ya utilizan programas de Inteligencia Artificial, aunque la mayoría reconoce que les hace más perezosos
Más perezosos, más dependientes y menos inteligentes: así se percibe el 90 % de los alumnos españoles de entre 15 y 17 años tras usar herramientas de Inteligencia Artificial, tanto para su uso personal como para su actividad académica.
Este es el impactante dato del estudio que está llevando a cabo el Observatorio para la Promoción del uso Saludable de la Tecnología EducaLike, que ha recopilado encuestas a más de 1.000 alumnos tanto de 4º de la ESO como de 1º y 2º de Bachillerato, de diferentes centros escolares de toda España.
El observatorio está dirigido por Guillermo Cánovas, uno de los mayores expertos de nuestro país en materia de seguridad online, exdirector del Centro de Seguridad en Internet para menores impulsado por el Safer Internet Programme de la Comisión Europea, que recorre centros educativos de toda España alertando a padres y profesores sobre la irrupción de la IA en la vida escolar.
El 90 % de los alumnos de Bachillerato usan IA
Según ha publicado el observatorio, entre el 70 % y el 80 % del alumnado adolescente ya está utilizando programas de IA. Y aunque el porcentaje baja hasta el 50 % en 3º de la ESO, en el caso de los alumnos de Bachillerato el porcentaje en algunos centros llega ya al 90 %.
Además, entre los datos más llamativos del estudio destaca que solo el 28 % de los estudiantes (3 de cada 10) de entre 15 y 17 años son conscientes de que estas herramientas pueden facilitar información falsa o errónea. Y más aún: únicamente el 1 % de los alumnos se muestra preocupado ante el uso que las empresas que diseñan programas de inteligencia artificial, como OpenAI (creadora del popular Chat GPT), puedan hacer de sus datos y cómo puede esto repercutir en su privacidad.
Peligroso impacto a largo plazo
«Que al menos el 90 % de los menores consultados sienta que el uso de estas herramientas los hace más perezosos, dependientes y menos inteligentes, nos indica que los adolescentes son conscientes de cómo afectan a su motivación y a sus capacidades estos sistemas que ofrecen respuestas y soluciones casi instantáneas», explica Cánovas, que en 2013 fue premiado por Unicef por su labor de protección a la infancia.
Pero, ¿por qué los adolescentes siguen empleando estas herramientas a pesar de los sentimientos negativos que les generan? Según explican desde el observatorio, «esto se debe en gran medida a que proporcionan gratificación rápida: en pocos segundos, los adolescentes obtienen un esquema, una redacción, una traducción o las respuestas a un examen sin el menor esfuerzo». Algo que refuerza ese uso y potencia su dependencia: «La cultura de la inmediatez ha encontrado un compañero de viaje perfecto en la Inteligencia Artificial Generativa», alerta Cánovas, que es también autor de obras como Autorregulación Digital y Cariño, he conectado a los niños.
Y concluye: «A largo plazo, este fenómeno podría tener graves consecuencias, como una caída generalizada del rendimiento académico, una falta de motivación para esforzarse en actividades que requieren concentración, y una salud mental aún más vapuleada, al no desarrollar suficientemente sus habilidades socioemocionales y las funciones ejecutivas superiores».