El número de abortos en España supone ya un 30 % de los nacimientos

La natalidad está en mínimos históricos. En cambio, los abortos no han parado de aumentar en los últimos años. En 2022 –último año del que se conocen datos– nacieron 329.251 bebés, mientras que eran muertos en el seno de sus madres un total de 98.316 niños. Según una simple regla de tres, los no nacidos representan un 29,86 % de los que sí llegaron a este mundo.

Desde que en 2010 se reguló por ley el aborto bajo el pseudónimo de la interrupción voluntaria del embarazo, más de un millón de fetos que podrían haber nacido no lo han hecho. En este tiempo, 2011 ha sido el año con más infanticidios registrados, con un total de 118.611. Esos mismos doce meses, hubo 471.999 nacimientos.

Tras los primeros años una vez aprobada la ley, las cifras de Sanidad sobre abortos anuales se estabilizaron en torno a los 94.000 entre 2014 y 2018. Después de la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa, los abortos subieron hasta los 99.149 en 2019 y tras una leve caída en tiempos de la covid –en 2020 hubo 88.269 interrupciones voluntarias del embarazo– el número de madres que deciden terminar con la vida de los hijos que esperan va de camino a recuperar las cifras prepandemia.

Al tiempo, España va año a año superando su propio récord de nacimientos a la baja. Según el INE, en número de alumbramientos a lo largo de 2022 se situó en tan solo 329.251, cifra que se ha agudizado todavía más en 2023, cuando hubo 322.075. Los nacimientos de madres de 40 años o más han aumentado un 27,9 % en la última década y los de las madres menores de 25 han caído un 26 %. El 2014 fue el último año en el que los nacimientos aumentaron y, desde entonces, han descendido cada año hasta un 24,1 %.