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Una pareja tomando un caféUnsplash

La técnica 7-7-7 que siguen las parejas duraderas para discutir menos y ser más felices

Cada siete es un margen temporal de días, semanas o meses de la periodicidad de encuentros con el objetivo de mantener la conexión en un matrimonio

La rutina es buena para numerosos asuntos de la vida diaria, pero no para una pareja. Como dice la canción de Shakira, la que le dedica a Piqué, la culpa la tiene la monotonía. Para mantener avivado el vínculo en una relación, lo que algunos llaman chispa, es necesario pasar tiempo de calidad juntos. Según el autor de la teoría de los cinco lenguajes del amor, Gary Chapman, esta manera de disfrutar implica estar presente de manera significativa, escuchar al otro y crear momentos especiales.

Distintas investigaciones han concluido que las parejas que se dedican tiempo son más duraderas. De hecho, hay expertos que aseguran que para cumplir la fórmula «hasta que la muerte los separe» hay que invertir entre 45 minutos y una hora a la semana para fortalecer el vínculo de una pareja.

Así, surge lo que los psicólogos han denominado la regla 7-7-7 para organizar la vida de la pareja, los encuentros que van a tener a solas y la periodicidad con que estos se van a producir. Así, cada siete es un margen temporal de días, semanas o meses que busca mantener la conexión en un matrimonio.

El primer siete son días y supone que una vez a la semana la pareja ha de tener una cita informal en forma de café o cena en la que de lo único que no se puede hablar es del hogar, solo de todo lo demás. Otras ideas para este encuentro semanal pueden ser dar un simple paseo, realizar un deporte en pareja, como un partido de pádel o ir al cine juntos.

En segundo lugar, cada siete semanas es recomendable hacer un plan algo más elaborado, como ir al teatro, un concierto, una exposición, acudir a una cata de vino. En definitiva, si el primer siete no requería de mucho tiempo diario, en este caso supone mínimo tener una noche libre para los dos, sin otras distracciones.

Por último, cada siete meses habría que realizar un viaje romántico o una escapada de fin de semana. No hace falta coger un avión, lo único necesario es desconectar del día a día y pasar tiempo juntos. Una sola noche fuera de casa sería suficiente, aunque resulte complicado coordinar las agendas.

Este método no es un estándar que pueda valer para reavivar la conexión de todas las parejas, sino que es personalizable a la situación de cada familia, a sus posibilidades económicas y disponibilidad de tiempo. La regla 7-7-7 se plantea como una manera de romper la rutina y la monotonía y que la pareja puede volver a conectar mediante la desconexión y recordar todos los puntos en común que puedan haber quedado olvidados con el paso de los años.