Los adolescentes ya no se rompen huesos mientras los trastornos mentales no paran de crecer
El ascenso de los problemas de salud mental, según los autores, vio su punto culmen en los primeros meses de la pandemia y el confinamiento, cuando se alcanzó el máximo de la serie histórica
los adolescentes ya no salen de casa. Prefieren quedarse entre cuatro paredes con el móvil entre las manos. Esta es la causa de que cada vez menos menores tengan un hueso roto, menos heridas y no sufran traumatismos. En la contrapunta del balancín, su salud mental es cada vez peor.
Esta es una de las principales conclusiones del último informe de Cyber Guardians, que a través de su investigación de los trastornos mentales en los últimos 20 años, han visto una subida explosiva (sobre todo en las adolescentes) a partir del año 2012. Aunque las primeras redes sociales se venían desarrollando desde 2003, entre 2010 y 2011 comenzó su gran popularidad entre los jóvenes que solo ha ido a más. En 2012, el internet de alta velocidad ya había penetrado el 50 % de los hogares españoles.
El ascenso de los problemas de salud mental, según los autores, vio su punto culmen en los primeros meses de la pandemia y el confinamiento, cuando se alcanzó el máximo de la serie histórica, con un crecimiento mayor al 300 % desde 1997.
En cambio, de forma paulatina desde finales de la década de 1990, aunque de forma más pronunciada en los últimos años, los adolescentes registran cada vez menos heridas físicas, traumatismos y huesos rotos. Según explican, este dato evidencia una posible disminución de su actividad física.
Al mismo tiempo, los Cyber Guardians han encontrado una fuerte correlación tanto en chicos como en chicas entre esta bajada de la actividad física y el aumento de los trastornos de salud mental. Esta asociación es aun mayor en ellas, que muestran un alto paralelismo también con trastornos de la alimentación y obesidad.
La enfermedad mental se ha convertido en el diagnóstico principal de cada vez más jóvenes de hasta 20 años. A través del análisis de costes por hospitalización en diagnósticos primarios por enfermedad mental, los autores del informe han arrojado dos tendencias preocupantes.
Por un lado, este coste ha aumentado en más de un 500% en los últimos años y, por el otro, más de un 10% de los costes totales hospitalarios relativos a enfermedades mentales en España se dedican a atender a menores de 20 años. Además, se observa una preocupante evolución de los costes dedicados a la atención de chicas, que suponen ya un 75 % de ese coste total dedicado a menores de 20 años.