Este es el nombre de niña más bonito, según la ciencia
Por su sonoridad y musicalidad en la pronunciación, este nombre de origen griego se sitúa en el primer puesto de la lista
más de 92.000 mujeres en España (según datos del Instituto Nacional de Estadística) llevan en su DNI el que se ha colocado como el nombre más bonito del mundo. Es de origen griego y por su sonoridad y musicalidad, un estudio de la Universidad de Birmingham lo ha posicionado en el primer puesto de los 50 nombres que más gustan al oído.
Se trata de Sofía y según la ciencia de la lingüística cognitiva es el que mejor suena del mundo. El autor de la investigación, Bodo Winter, que se basa en la teoría del simbolismo sonoro, explica que a la hora de elegir un nombre un aspecto relevante es la emoción que puede provocar al ser escuchado.
Winter y sus colegas han elaborado una lista con los 50 nombres más bonitos basándose en la resonancia fonética, la fluidez de los sonidos y la estructura de la palabra. Para extraer conclusiones, se han basado en los nombres más comunes en Reino Unido y Estados Unidos, y aunque sus resultados no son globales, otras investigaciones respaldan que este tipo de asociaciones son compartidas en todo el mundo.
Los 10 nombres de niña más bonitos, según el estudio
- Sofía: del griego «sabiduría».
- Zoe: «vida» en griego.
- Rosie (Rosa): proviene del latí y alude a la flor.
- Ivy: este nombre inglés quiere decir hiedra en español.
- Violet (Violeta): su origen podría ser francés o italiano y se refiere a la flor que simboliza la modestia.
- Willow: hace referencia al sauce y quiere decir esbelto y elegante.
- Hannah: del hebrero Channah, cuyo significado es favor o gracia.
- Ellie: diminutivo de Eleanor (Leonor) o Elisabeth (Isabel) que significa «Dios es mi luz».
- Evelyn: quiere decir «fuente de vida».
- Phoebe: proviene del griego y significa brillante, claro o radiante.
El primero del decálogo proviene del griego, concretamente del término sophos. Su onomástica se celebra el 18 de septiembre, día de santa Sofía, una madre de tres hijas: Vera, Nadezca y Liuboy, de 12, 10 y 9 años, que se han asociado con las tres virtudes teologales (fe, esperanza y caridad).
La santa se dedicaba a predicar el Evangelio y dar asistencia a los prisioneros cristianos de la persecución del emperador. En época de Adriano, sus tres hijas sufrieron el martirio ante la mirada de su madre. Fueron torturadas y degolladas como castigo por su desobediencia. El emperador intentó que las cuatro renegasen de su fe, pero firmes en ella se negaron. Sofía permaneció ante la tumba de las niñas durante tres días, donde murió exhausta de dolor. En ese mismo lugar se construyó una gran basílica en su honor. Su nombre también fue dado posteriormente a la gran iglesia (ahora mezquita) de Estambul y a la capital de Turquía.