Cuatro de cada diez padres deja a su hijo menor de 15 años tener móvil y no vigila lo que hace con él
El estudio de la Fundación Safe Online revela que un tercio de los adolescentes españoles pide consejo a ChatGPT sobre sus relaciones sociales
El 96 % de los niños de entre 11 y 14 años tiene un dispositivo de uso personal (en el 80 % de los casos es un móvil). Aun más alarmante resulta que el 40 % de los menores de 6 años tiene un aparato tecnológico personal. Estos datos han sido revelados por la Fundación SOL (Safe Online), que en colaboración con la consultora GAD3 y la fundación Nemesio Diez, han elaborado una radiografía de la tecnología y cómo los contenidos digitales están impactando en la salud, el bienestar y el desarrollo de los niños y adolescentes de España.
Así, destacan que el 85 % de los adolescentes prioriza Instagram y TikTok, a pesar de ser las redes sociales que más temor causan en los padres (7 de cada 10 familias lo manifiestan así), reflejando el poder y la influencia que estas plataformas tienen en su vida diaria, lo que está marcando de manera significativa su desarrollo social y emocional.
Por otro lado, el informe añade que el 45 % de los adolescentes usa de manera habitual herramientas de inteligencia artificial, principalmente chatbots y asistentes virtuales. La mayoría las utiliza para fines académicos, destacando que más de la mitad de los adolescentes emplea estas herramientas para completar los contenidos de una materia (58 %). Por otro lado, un tercio de ellos confía en la IA para recibir consejos sobre sus relaciones sociales, un dato que refleja el papel creciente de estas tecnologías en sus vidas cotidianas.
En cuanto a las situaciones negativas experimentadas en plataformas online, uno de cada cuatro adolescentes afirma haberse visto envuelto en situaciones de sexting a través de plataformas online, una cifra similar al porcentaje que reporta haber sido víctima de deepfakes. Ante la vivencia de este tipo de situaciones, es muy común el recurso a los padres u otros familiares para abordar el problema.
En cuanto a la supervisión parental, el informe revela que el 60 % de los padres siempre supervisa el uso de dispositivos de sus hijos menores de 15 años, utilizando herramientas de control parental y limitando el tiempo de exposición a las pantallas. En el otro lado de la balanza se sitúa el otro 40 % de los padres, que permite a sus hijos tener un móvil, pero no controla lo que hace con él.
Ante este tipo de limitaciones parentales, se observan emociones negativas entre los hijos, como la frustración y la sensación de ser controlados, con más frecuencia entre aquellos adolescentes que no dialogan habitualmente con sus padres sobre el uso de la tecnología.
El estudio también indica que 3 de cada 4 padres creen que la implementación de sistemas de verificación de edad contribuiría a crear entornos digitales más seguros. Este deseo de protección se refleja en que más de la mitad de los padres encuestados afirma que retrasaría la entrega del primer dispositivo móvil a sus hijos si pudieran volver atrás en el tiempo. Entre ellos, uno de cada tres preferiría entregar dicho dispositivo a partir de los 15 años.
Ante sus resultados, la fundación SOL pone de manifiesto la necesidad urgente de mayor regulación y educación digital para proteger a los menores. El informe recoge que, si bien la tecnología ofrece numerosas ventajas, como el acceso a la información y la facilitación de la comunicación, esta es igualmente percibida como un factor de riesgo para tener en cuenta en la salud mental y el desarrollo integral de los menores.