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Un grupo de personas de la plataforma 40 días por la vida reza delante de una clínica

Puri Bravo, de 40 días por la vida: «Muchas mujeres están en tratamiento psiquiátrico por la carga de haber abortado»

Además de rezar por el fin del aborto, los voluntarios provida se implican en el acompañamiento a embarazadas vulnerables

Puri Bravo pertenece a la asociación Redmadre de Valladolid desde 2012. Allí se ha forjado en el duro acompañamiento a embarazadas vulnerables, no solo prestando ayuda asistencial a aquellas que deciden seguir adelante con su embarazo a pesar de las dificultades, sino implicándose de un modo muy personal en la situación que atraviesa cada una de ellas. Desde hace unos años, además, forma parte de las campañas de oración frente a los abortorios que organiza en la capital pucelana el movimiento de 40 Días Por la Vida.

Y precisamente ha sido la ciudad del Pisuerga la que acogió el III Congreso Nacional de 40DPV donde Bravo explicó cuáles son las claves principales para acompañar a una mujer en riesgo de aborto. Claves que comparte, en esta entrevista con El Debate.

Una vigilia de 40 Días por la Vida frente a la clínica Dator40 Días por la Vida

–Aunque cada mujer sea diferente, ¿en qué situación suelen encontrarse las mujeres en riesgo de aborto?

–Muy vulnerables, y normalmente están ante un embarazo imprevisto. Por eso es muy importante no juzgarlas, sino ofrecerles acompañamiento y escucha en esos momentos tan delicados, para que sientan que no están solas y que pueden contar con nosotros.

–¿Hay algún patrón o rasgo común en las mujeres que acuden a abortar?

–Cada mujer es diferente, pero sí hay un patrón común: todas sienten sufrimiento y dolor. Muchas veces se sienten abandonadas por sus parejas, o temen su abandono si deciden seguir adelante; también por sus padres si son menores, que incluso les amenazan con que si no abortan las echan de casa. Tienen miedo, ven el futuro muy negro y se sienten abandonadas por los políticos, que no les proporcionan ayudas ni soluciones a pesar del problema de natalidad que tenemos en España.

–¿Cuáles son las claves esenciales para acompañar a una persona que está pensando abortar?

–Todas necesitan escucha sin prisa, con dedicación y cariño. Necesitan acompañamiento durante el embarazo, porque a veces están solas o vienen de otros países y no tienen a nadie. Incluso puede que nos necesiten para cuestiones como ir al médico o tomarnos algo juntas. Desde RedMadre les ofrecemos enseres para el bebé (cochecito, cuna, bañera...), canastilla con la ropita del principio, y leche, pañales, cereales, etc., hasta que el niño tiene dos años. Pero, sobre todo, necesitan mucho cariño y sentirse queridas de verdad. Yo, a las mujeres que atiendo personalmente, les doy mi número y les digo que me pueden llamar siempre que lo necesiten. Y cuando lo hacen, se sienten reconfortadas.

En todos estos años no he visto a ninguna mamá que se arrepienta de haber seguido adelantePuri BravoVoluntaria de RedMadre y de 40 días por la Vida

–¿Y al revés, qué debería evitar una persona que quiera acompañar a una mujer en una situación así?

–Sin ninguna duda, juzgar. Cuando muchas de estas mujeres me cuentan su vida, siempre pienso: Dios mío, yo con su historia estaría peor, me hubiera equivocado mucho más y seguro que resolvería todo peor. Porque muchas tienen vidas durísimas, con historias de abandono, maltrato, soledad desde niñas, abusos…

–Si después de un tiempo acompañándola, finalmente aborta, ¿qué debe hacer la persona que ha estado junto a ella?

–Hay que respetar su decisión sin juzgarla a ella, aunque nos produzca mucho dolor. En todos estos años no he visto a ninguna mamá que se arrepienta de haber seguido adelante; todo lo contrario, se sienten inmensamente felices con sus bebés y se les cae la baba viéndoles crecer. Sin embargo, sí conozco bastantes casos de mujeres en tratamiento psicológico y psiquiátrico, incluso con medicación, porque les pesa demasiado la mochila que cargan por abortar.

–¿Qué podemos hacer cuando alguien de nuestro entorno nos dice que quiere abortar?

–Siempre es mejor que el acompañamiento lo haga alguien que tenga experiencia en estas situaciones, porque no es fácil y cada mujer es diferente. Así lo hacemos, por ejemplo, en RedMadre, porque el acompañamiento a veces es duro, y hay voluntarios que prefieren preparar ropitas, entregar alimentos o hacer trabajos de ordenador. Porque en la defensa de la vida todos somos necesarios para que las cosas funcionen. Se trata de que, hagas lo que hagas, lo hagas con cariño y ganas de entregarte y servir de ayuda. Aunque si alguien de mi entorno estuviera en esa situación, yo abogo por actuar como sale del corazón, intentando dar una palabra que les ilumine ese momento duro que viven. Yo, siempre que hago un «rescate», lo primero que hago es ponerme ante Dios y rezar. Y Él siempre me precede.

–De hecho, en el caso 40DPV no se habla solo de acompañamiento asistencial, sino también de acompañamiento desde la fe. ¿Qué papel juega la acción del Espíritu Santo en este tipo de realidades que son, literalmente, a vida o muerte?

–Desde la fe todo cobra sentido y otra dimensión. El Espíritu Santo siempre nos precede y nos permite decir a cada mujer lo que necesita. Y cuando ellas son creyentes puedes hablarles de otra manera. Las que han decidido seguir adelante, muchas me han comentado que si Dios les había ayudado, quiénes eran ellas para matar a un inocente. Y al final, después de mucho combate y sufrimiento, cuando deciden seguir adelante recuperan la paz y la alegría. Algunas me comentan que incluso duermen mejor. Saben que, a pesar de las dificultades, han hecho lo correcto.

–Si el acompañamiento es tan duro en ocasiones, ¿por qué se implica tanto?

–A mí personalmente me merece mucho la pena desgastarme y entregar mi tiempo por estas mujeres y por sus hijos. Cuando vuelves a casa después de haber hecho un rescate en el que la mamá al final dice Sí a seguir adelante con esa vida, sientes una alegría indescriptible. Es algo único. Porque una nueva vida, nunca será un error.