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Unos jóvenes consumiendo alcohol en el Bailío, en una imagen de archivo

¿Cómo hablar de alcohol con tu hijo adolescente? «Mucho cariño» y marcar límites, según los expertos

La mayoría de los jóvenes españoles se inicia en el consumo de bebidas alcohólicas a los 14 años

Con las primeras salidas nocturnas de un joven, llega una conversación que todo padre ha de afrontar y todo hijo quiere evitar. Según los datos del Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad, el 73,9 % de los españoles entre 14 y 18 años ha bebido alguna vez en su vida. Es a esa edad, los 14, cuando la mayoría de los adolescentes españoles prueban la bebida (y empiezan a consumir) por primera vez en su vida.

Para abordar el tema, la coordinadora del Máster en Orientación Educativa Familiar de la Universidad Internacional de La Rioja, Carmen Martínez Conde, considera clave para conversar sobre el consumo de alcohol hacerlo «con cariño», además de «marcar referencias» y límites. La experta explica que el consumo de alcohol es «muy accesible», además de estar «normalizado» en la sociedad.

Debido a las consecuencias físicas que puede tener la bebida en personas tan jóvenes, Martínez Conde recuerda la importancia de tener referencias cercanas dentro de la familia. «No es lo mismo beber una copa de vino en la comida que beber en exceso cuando se sale de fiesta, por lo que hay que poner toda la atención en esos momentos sociales», explica. Ahonda en esta cuestión argumentando que los jóvenes asocian la idea de consumo a la fiesta. «Una idea errónea», sentencia, que «por falta de referentes, por ese vacío existencial y esa búsqueda de vías de escape y de solución inmediata a los problemas, lo rellenan con ese consumo que les hace ser otra persona que no son».

La mejor prevención es querer a los hijos

Ante esta situación, los padres cuentan con un rol definitivo. La vía de actuación comienza por «estar muy presentes con los hijos, dedicarles tiempo, comprensión y cariño», aconseja la orientadora familiar. Al mismo tiempo, es necesario que se favorezca el tiempo de ocio sano y en familia. Es en casa donde ha de ayudarse a construir una personalidad sólida y también el lugar en el que aprender «herramientas para saber qué hacer, qué elección es la mejor en cada momento», comenta Martínez Conde.

«La mejor prevención es querer a los hijos, crear un entorno en el que puedan crecer con seguridad en ellos mismos», asegura la experta. No obstante, considera muy importante también analizar los factores de riesgo: «estar atento a cómo es su entorno y que los padres estemos dispuestos a saber qué es lo que pasa», asevera. Otras cuestiones que, como padres, sería necesario conocer serían los hábitos de ocio de los jóvenes. «Sin temor y sin miedo, hablar mucho con los hijos, ver dónde están, invitar a los amigos de nuestros hijos a casa, hacerse también parte de su vida», recomienda.

Si esta cercanía se trabaja desde la infancia, «cuando llegan a mayores, tienen ya asumido que se les pregunta por qué les queremos y nos interesa su vida», dice la orientadora. Sin embargo, esta tarea no solo se ejecuta con palabras. «Lo primero es buscar tiempo, poner toda la atención y voluntad en ello, tener disposición» y acompañarlo, incluso, con «gestos, con silencios, con miradas… se trata de ser auténticos y de hacerlo con buena intención, y eso los jóvenes lo captan», concluye.