El truco japonés para que los bebés dejen de llorar: un peluche con sonidos de motor
El truco lo encontraron replicando la frecuencia sonora que escuchaban los recién nacidos cuando estaban en la barriga de sus madres
En el lejano Japón, muchos padres no evitan el transporte público con sus hijos. No es que les sea incómodo, es que no está bien visto que los bebés lloren en público. Para no molestar al resto de pasajeros, muchos, según una investigación realizada por la aerolínea All Nippon Airways, los progenitores optan por otros medios de llegar a su destino.
Para acabar con el estigma del llanto de los recién nacidos, un grupo de madres del país iniciaron una campaña y así luchar por el derecho de sus hijos a gimotear en público, bajo el lema Naitemo iiyo!, que significa «no pasa nada por llorar». 13 políticos apoyaron su campaña, ya que pensaron que podría funcionar también como medida a favor de la natalidad.
Este panorama ha hecho que durante años las empresas japonesas inviertan esfuerzos variados en hacer más fácil la vida de las familias e intentar que los niños se sientan tan a gusto que no les entre ganas de derramar ni una sola lágrima. La misma aerolínea del estudio, como parte de este, hizo un sencillo experimento.
Metió en un avión a 34 familias de empleados suyos y de las empresas tecnológicas con las que colaboraron. Colocaron en el pecho de los pequeños un dispositivo que medía su frecuencia cardíaca para poder predecir cuando iban a echarse a llorar. Durante el vuelo, los padres iban recibiendo en sus móviles los datos que se iban recabando de sus hijos, para que pudieran actuar a tiempo y calmarlos cuando fuese necesario.
Otra de las compañías que ha querido aportar su grano de arena ha sido Honda. Su modelo más pequeño, suave y blando es nada menos que un peluche que emite el ruido de un motor para calmar a un bebé cuando está llorando. El truco lo encontraron replicando la frecuencia sonora que escuchaban los recién nacidos cuando estaban en la barriga de sus madres.
Para poder conseguirlo, probaron con 37 modelos distintos hasta dar con el que le ha dado su extraña voz al Honda Sound Sitter (traducido como la niñera de sonido), el NSX de 2016. Al sonar el motor de este vehículo, disminuía el ritmo cardíaco de los bebés que participaron en las pruebas y dejaban de llorar. Aunque el peluche fue pensando más como un proyecto sociológico de la casa más que comercial, finalmente en 2023 se aliaron con la juguetera Takara Tomy Arts para hacerlo realidad y sacarlo a la venta.