Cómo superar una tragedia como la DANA, según una psicóloga
Los psicólogos de España coinciden en el gran impacto que los desastres climáticos tienen a nivel psicológico para los damnificados y el reto de afrontar estas situaciones catastróficas
«No nos avisaron, no nos avisaron. Por eso ha pasado esto. Muchas muertes», se escuchó decir a una vecina de Paiporta a la Reina Letizia. Visiblemente turbada, Su Majestad la abrazó y le dijo: «Lo siento». Como ella, miles de habitantes de las zonas afectadas por la DANA viven con temor y desesperación los acontecimientos que se desataron con las primeras gotas del pasado martes, 29 de octubre.
Los psicólogos de España coinciden en el gran impacto que los desastres climáticos tienen a nivel psicológico para los damnificados y el reto de afrontar estas situaciones catastróficas. Las consecuencias que pueden traer para la salud mental dependen, según la psicóloga sanitaria Mercedes Bermejo, tanto de la persona en sí, como de sus características o su etapa evolutiva. No obstante, la también vocal del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid sí que comenta que el fuerte golpe que los afectados pueden sufrir puede generar síntomas entre los que enumera la ansiedad, problemas o alteraciones del sueño o de la alimentación, estrés agudo o estrés postraumático «en algunos casos», incide.
Consecuencias para la salud mental
Por otro lado, Bermejo apunta que también puede haber quien experimente un «tipo de miedo intenso, tristeza profunda, rabia o un sentimiento de indefensión». Mirando al futuro, podría derivar también en «preocupación con todo lo que tiene que ver con la seguridad y un temor constante ante la posibilidad de futuras catástrofes naturales», explica la psicóloga.
Lidiar con las consecuencias psicológicas de esta tragedia es un camino que han de emprender los vecinos de todos los lugares que siete días después siguen cubiertos de barro y agua estancada. «La vida puede volver a un estado de normalidad para estas personas, pero nunca va a ser exactamente igual», asevera Bermejo, quien considera fundamental para gestionar las emociones conocer primero que «hay tantos duelos o formas de duelo como personas». Para todos ellos, asegura que es esencial «que tengan espacios de seguridad donde reconocer sus emociones», ya que «negar el dolor alarga el proceso de recuperación», afirma.
Cómo aliviar el dolor
Compartir y expresar el dolor «puede aliviar el sufrimiento», explica la vocal de los psicólogos madrileños. Lo saben bien la ingente cantidad de profesionales de la salud mental que se han ofrecido en estos días a través de las redes sociales para dar asistencia emocional de forma gratuita a todas las víctimas de la gota fría. En este mismo sentido, también apunta que pueden ser de ayuda todo lo que tenga que ver con reducir el estrés como «las respiraciones profundas o la actividad física».
¿Es posible llegar a superar lo vivido? A esta pregunta, Bermejo responde: «Lleva su tiempo, pero es un proceso en el que la persona va asimilando lo ocurrido y aprende a convivir con ello». Según cada uno avanza en este camino, «va teniendo un nuevo sentido en su vida», indica la psicóloga. No obstante, ello no quiere decir que se olvide. «Con tiempo y apoyo este dolor se transforma en una parte del pasado, para que no interfiera y que no bloquea en el presente, para que pueda haber una mirada hacia el futuro», ahonda.
–¿Cómo se puede consolar a una persona que lo ha perdido todo?
–«Es fundamental mostrar empatía, acompañamiento emocional, respeto por su dolor, validar sus sentimientos y ofrecer escucha activa. No se debe minimizar su pérdida con frases como 'todo va a estar bien, no va a pasar nada, no te preocupes', sino permitirles expresar sus medios y ofrecer un tipo de ayuda práctica. El acompañamiento es una gran fuente de consuelo, pero no desde el juicio o una esperanza frustrada, sino legitimando en todo el proceso las emociones».