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Un niño comiendo una hamburguesaPexels

Por qué comer ultraprocesados hace que tu hijo rinda menos en el colegio

El 40,6 % de los niños de entre 6 y 9 años tienen exceso de peso, con un 23,3 % de sobrepeso y un 17,3 % de obesidad, según los últimos datos del informe Aladino

El consumo de alimentos ultraprocesados no ha parado de crecer en la dieta de las más pequeños. Estas comidas industrializadas suponen el 67 % de las calorías consumidas por los niños, según una investigación de la Asociación Médica Estadounidense, que concluyo que los procesados son la mayor parte de la ingesta energética total de los menores.

La dieta de los escolares cada vez genera mayor preocupación a las asociaciones pediátricas ante la alta tasa de obesidad y sobrepeso infantil. Según el último informe Aladino (2024), el 40,6 % de los niños de entre 6 y 9 años tienen exceso de peso, con un 23,3 % de sobrepeso y un 17,3 % de obesidad

El alto nivel de azúcares, sal y grasas saturadas de los aperitivos envasados y refrescos tiene un efecto perjudicial no solo en la salud física, sino también en las capacidades cognitivas de un estudiante. Esta es una de las conclusiones del estudio titulado Impacto de la Nutrición en el Rendimiento Académico: Una Revisión Narrativa, publicado en la Ciencia Latina Revista Científica Multidisciplinar.

Dieta mediterránea

Asimismo, sus autores han vinculado un consumo excesivo de estas comidas con un deterioro de la memoria, la concentración y la capacidad para resolver problemas; algunas de las habilidades clave para un buen rendimiento escolar. Por ello, indican que es clave para desarrollo cognitivo y el éxito escolar una dieta variada.

«Es prioritario promover una concientización sobre comportamientos alimenticios saludables acorde con los entornos socioeconómicos de los estudiantes», indican los autores del análisis.

Para estos expertos, la dieta mediterránea es la que más contribuye al desempeño académico, por las proteínas y nutrientes esenciales que aporta. No obstante, apuntan, habría que combinar la alimentación con otros hábitos saludables, como el ejercicio físico, para que los beneficios en el rendimiento escolar se vean maximizados.