El truco de Harvard para criar hijos exitosos: las tareas del hogar
Participar en las responsabilidades de una casa puede ser fundamental para que se conviertan en adultos más felices y responsables
Incluso la Constitución Española dice que los hijos han de ayudar en casa. En su artículo 115, establece que han de obedecer a sus padres y que, además, han de «contribuir equitativamente, según sus posibilidades, al levantamiento de las cargas de la familia mientras convivan con ella». Con ello coincide también la Universidad de Harvard, aunque por motivos completamente distintos: ahorrarles las tareas domésticas puede perjudicarles en el futuro.
Según un estudio de este prestigioso centro, participar en las responsabilidades de una casa puede ser fundamental para que se conviertan en adultos más felices, responsables y exitosos. Según afirma en su libro Como criar a un adulto Julie Lythcott-Haims, de la Universidad de Standford, las labores del hogar fomentan que se desarrollen también la responsabilidad, la autonomía y la perseverancia.
Para concluirlo, el equipo de psicólogos y educadores de Harvard realizó un seguimiento de larga duración que desveló que la voluntad y la capacidad para trabajar durante la infancia (incluyen además de las tareas de casa participar en clubes o deportes escolares) es el mejor predictor de la salud mental en la edad adulta.
Otro de sus hallazgos fue que los niños que colaboraban regularmente en apoyo de sus padres limpiando, cocinando o recogiendo su habitación, desarrollan habilidades esenciales para la vida adulta, como el trabajo en equipo, la gestión del tiempo y la resolución de problemas, que tan reclamadas son en el mundo laboral.
Una investigación anterior, esta de la Universidad de Minnesota, cruzó los datos recopilados durante 20 años y concluyó que la mejor manera de predecir el éxito que iba a tener una persona, es decir, si iba a terminar sus estudios y a tener una satisfactoria trayectoria profesional y de relaciones personales, era si habían comenzado a hacer tareas del hogar a una edad tan temprana como los 3 o 4 años.