Una joven, sentada sola en un banco
La otra pandemia del siglo: uno de cada cinco españoles sufre soledad
El estudio del Consejo General de Colegios Farmacéuticos destaca que los jóvenes y las personas mayores son los grupos más vulnerables a la soledad no deseada
Uno de cada cinco españoles (el 20 %) sufre actualmente soledad no deseada. Así lo desvela un reciente informe del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, que ha puesto cifras a esta creciente problemática, en ocasiones invisible. En el estudio Abordaje de la soledad: un desafío compartido, detallan, además, que el 67 % de quienes experimentan esta situación lo hacen de forma crónica, es decir, desde hace dos años o más.
El análisis describe la soledad como un fenómeno complejo que trasciende lo emocional y tiene graves implicaciones para la salud física y mental. La llamada «epidemia silenciosa» tiene un impacto comparable al de otros problemas de salud pública: estudios previos citados en el informe revelan que la soledad prolongada puede reducir la esperanza de vida de una persona tanto como fumar 15 cigarrillos al día. Además, las personas que se sienten solas presentan cinco veces más prevalencia de ansiedad y depresión que aquellas que no padecen este sentimiento, y también tienen mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, metabólicas y cognitivas.
Epidemia silenciosa
La soledad no afecta a todos por igual. El estudio destaca que los jóvenes y las personas mayores son los grupos más vulnerables. En el caso de los jóvenes, la prevalencia alcanza un preocupante 35 % entre las personas de 18 a 24 años, una cifra que se atribuye, en parte, al impacto de las redes sociales. Según el informe, aquellas personas que utilizan redes sociales durante más de dos horas al día tienen un 51 % más de probabilidades de sentirse solas.
Por otro lado, la soledad también se intensifica en las edades avanzadas. El 20 % de las personas mayores de 75 años afirman sentirse solas, y las mujeres se ven especialmente afectadas, con una prevalencia del 14,8 % frente al 12,1 % en los hombres. Esta brecha se explica por la mayor esperanza de vida femenina y las tasas más altas de viudedad, lo que incrementa la posibilidad de vivir solas.
El impacto económico de la soledad es igualmente devastador. El informe calcula que la soledad supone un coste para España de más de 14.000 millones de euros anuales, lo que equivale a más del 1 % del Producto Interior Bruto (PIB). Casi la mitad de este gasto se debe directamente al incremento del uso de servicios sanitarios como consultas médicas, hospitalizaciones y consumo de medicamentos, por parte de las personas que sufren soledad crónica.
Ante esta realidad, el informe propone una serie de medidas urgentes. Entre ellas, destaca la necesidad de que las administraciones públicas prioricen la lucha contra la soledad, integrándola en las políticas sociales, sanitarias y económicas. Además, pone en valor el papel de las farmacias como redes de apoyo esenciales, gracias a su cercanía y capacidad para detectar señales de aislamiento social.
El estudio concluye con una llamada a la acción: abordar la soledad requiere un esfuerzo colectivo, que involucre a instituciones, profesionales sanitarios y a la propia ciudadanía. La soledad tiene que dejar de ser un problema invisible.