Isabel II habla por primera vez en público del duque de Edimburgo desde su fallecimiento

Todos conocemos la recta sobriedad que marca el riguroso protocolo de Casa Real británica. Entre sus numerosas normas está el evitar muestras de afecto o debilidad en público, aunque las nuevas generaciones no tienen problemas en demostrar que son reales, más que de la realeza.

Sin embargo, la reina Isabel II es muy poco dada en enseñar sus sentimientos o realizar comentarios entrañables sobre sus seres queridos, eso no significa que no los piense, solo que no los comparte. Así, por ejemplo, lo ha demostrado durante los últimos meses desde que muriera su marido el duque de Edimburgo, su luto duró solo unos días y poco a poco volvió a la rutina de sus actos dejando atrás la posibilidad de realizar cualquier comentario al respecto.

Aunque no suele ser habitual, este sábado la reina Isabel, cuando acudía a la inauguración oficial de la nueva sesión del Parlamento Escocés en Holyrood, no ha podido evitar hablar de los buenos recuerdos que tiene del lugar durante sus años de matrimonio. «A menudo se dice que es la gente la que hace un lugar, y hay pocos lugares donde esto sea más cierto que en Escocia, como hemos visto en los últimos tiempos».

Con estas declaraciones hacía referencia a los años felices que pasó con el príncipe Felipe disfrutando del aire libre en su casa vacacional en Balmoral. «Ya he hablado antes de mi profundo y perdurable afecto por este maravilloso país, y de los muchos y felices recuerdos que el Príncipe Felipe y yo guardamos siempre de nuestro tiempo aquí»; mencionado por primera vez en público al duque de Edimburgo desde su fallecimiento.

El duque falleció dos meses antes de cumplir los 100 años. Estuvo casado con la reina Isabel más de setenta años con quien tuvo cuatro hijos: Carlos, Ana, Andrés y Eduardo. La pareja se conoció cuando Isabel II tenía 13 años y Felipe 18 y mantuvieron un noviazgo de 21 años.