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«Me crié comiendo ensaladas a 5 dólares y sabía que era una afortunada por lo duro que trabajaban mis padres para mí», admite.GTRES

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La sincera carta de Meghan Markle al Senado de EE.UU

La duquesa de Sussex ha explicado la difícil situación económica a la que se enfrentó de niña

«Comencé a trabajar en la tienda de yogur congelado local a la edad de 13 años. Serví mesas, cuidé de niños y trabajé por turnos para cubrir gastos. Trabajé toda mi vida y ahorré cuando y donde pude, pero incluso eso era un lujo, porque, por lo general, se trataba de llegar a fin de meses y tener lo suficiente para pagar el alquiler y poner gasolina en mi coche».

Así comenzaba la emotiva carta que Meghan Markle ha enviado al Senado de Estados Unidos para concienciar al Gobierno de su país sobre la conciliación laboral y la necesidad de ayudas económicos para no tener que elegir entre trabajar o estar con la familia.

En ella, también explicaba las dificultades económicas que atravesó desde que era niña, demostrando que, a pesar de su estatus actual, habla con conocimiento de causa. «Me crié comiendo ensaladas a 5 dólares y sabía que era una afortunada por lo duro que trabajaban mis padres para mí», explica.

La mujer del príncipe Harry solicita abiertamente ayudas familiares sabiendo su posición privilegiada. «En junio, mi marido y yo dimos la bienvenida a nuestro segundo hijo. Como cualquier padre, estábamos muy contentos. Como muchos padres, estábamos abrumados. Como pocos padres, no nos enfrentamos a la dura realidad de elegir entre pasar esos primeros meses críticos con nuestro bebé o de volver al trabajo», reconoce.

Sabía que no tenía que tomar decisiones sobre el cuidado de los niños, el trabajo y la atención médica que tantas personas tienen que tomar a diario. «Ninguna familia debería tener que elegir entre ganarse la vida y tener la libertad de cuidar de su hijo», declara.

La duquesa de Sussex pide, además, que el país en el que se reside se una a los sólidos programas que muchos otros países tienen, que brindan meses para que padres, tanto biológicos como adoptivos, tengan una baja de paternidad remunerada. «Estados Unidos, en marcado contraste, no garantiza federalmente a ninguna persona un solo día de licencia pagada. Si queremos seguir siendo excepcionales, no podemos ser la excepción».