Alberto y Charlene of Mónaco
Asesoramiento espiritual, terapias probióticas y acupuntura: así es la lujosa clínica suiza en la está ingresada Charlene de Mónaco
La mujer de Alberto de Mónaco se recupera de sus dolencias en el lujoso centro Paracelsus Recovery cuyo coste asciende a 305.000 euros el mes de estancia
El estado de salud de Charlene de Mónaco sigue siendo un misterio. Todo parecía que había mejorado tras su regreso el pasado 8 de noviembre al Principado tras seis meses de estancia obligada en Sudáfrica por una infección otorrinolaringológica, pero no había pasado ni una semana cuando la princesa volvió a hacer las maletas para ingresar en una clínica en Suiza. Aunque trataron por todos los medios de ocultar dónde se encontraba, el medio alemán Bild ha desvelado que se trata del centro hospitalario Paracelsus Recovery.
Como se puede leer en su página web, es la clínica de adicciones y salud mental más personalizada y discreta del mundo, que cuenta con los mejores especialistas y terapeutas en sus dos sedes de Londres y Suiza. Se cree que Charlene de Mónaco estará en este retiro terapéutico, como así lo describió Alberto de Mónaco, de cuatro a ocho semanas, que son los programas que se barajan en el lujoso centro, no apto para todos los bolsillos: 305.000 euros al mes.
Habitación de una de las residencias privadas de Paracelsus Recovery
La princesa tendrá a su disposición asesoramiento espiritual, terapias probióticas y psiconutrición, yoga, reflexología y acupuntura, y un entrenador personal, entre otras muchas cosas. Durante su estancia en una residencia privada con vistas a un lago y a las montañas suizas, de aproximadamente 250 metros cuadrados, Charlene de Mónaco contará además con un chef personal, un mayordomo, una camarera y una limusina con chófer. Aunque el centro también da la opción de alojarse en un hotel cercano sin hacerse cargo de los costes.
Imagen de una de las estancias de las residencias privadas de Paracelsus Recovery
«No es un problema de pareja»
Mientras Charlene de Mónaco se recupera, su marido se afana en desmentir por enésima vez que existan problemas en su matrimonio. «No padece ninguna enfermedad grave o incurable. Tampoco se trata de un problema de pareja. Nuestra relación no está en peligro en absoluto, quiero dejar esto claro», dijo el pasado jueves en la revista francesa Paris Match, asegurando que «tiene que ver únicamente con las consecuencias sufridas a raíz de todas las cirugías que ha enfrentado en los últimos meses».
Que se alejase de la vida pública por un tiempo, según sus palabras, fue una determinación que tomaron conjuntamente: «Decidimos con nuestra familia cercana que lo mejor era que pudiera seguir descansando tranquilamente fuera de Mónaco, en el extranjero, por razones evidentes de discreción y comodidad». Asimismo pidió enérgicamente que la dejen tranquila por un tiempo.