Naomi Campbell y sus continuos problemas con la justicia

La maniquí Naomi Campbell vuelve a estar en el punto de mira por irregularidades económicas. En esta ocasión se debe a la fundación que creó en 2005, Fashion Relief, que está siendo investigada por problemas de mala gestión de sus finanzas. La Comisión de Caridad de Reino Unido ha anunciado que analizará los últimos ejercicios económicos de la modelo y sus socios para confirmar si «han ejercido adecuadamente sus deberes y responsabilidades legales bajo la ley de beneficencia» y si han cumplido las normas que regulan este tipo de organizaciones benéficas.

La fundación fue creada con el objetivo de ayudar a los niños y niñas que viven en la pobreza en todo el mundo. Cada año la organización celebra un desfile benéfico para recaudar fondos donde han conseguido acumular una gran cantidad de dinero que tendría que haber dedicado a Fashion Relief y que no ha sido declarado.

Las sospechas por la inadecuada gestión comenzaron cuando la empresa no presentó su balance de cuentas del ejercicio del 2020 en los plazos requeridos. Desde entonces la comisión comenzó a analizar los datos de años anteriores donde vieron algunas irregularidades. En el último año la fundación confirma que en el año 2019 recaudaron 2.033.948 euros de los cuales 1.896.934 euros se utilizaron para pagar un evento benéfico, relaciones públicas y gasto de personal y solo se destinaron a causas sociales 6.514 euros.

Este problema con la justicia se une a una larga lista de delitos por los que la maniquí ha sido investigada a lo largo de los años y que comenzó en 1998 por agredir a unos policías que le sacaron de un vuelo tras su mal comportamiento en un viaje en avión. Fue detenida y condenada a realizar trabajos sociales para cumplir la pena.

En 2010 Naomi Campbell compareció ante el tribunal de la Haya en calidad de testigo y reconoció que el expresidente de Liberia, Charles Taylor, le hizo llegar varios diamantes sin pulir cuando ambos coincidieron en casa del expresidente surafricano Nelson Mandela con motivo de una cena caritativa en 1997. La modelo los devolvió y aseguró que desconocía el tráfico de 'diamantes de sangre' en el que estaba involucrada. 

Sus problemas con las drogas y el alcohol también le ha llevado a sentarse en el banquillo de los acusados. Sus asistentes personales denunciaron en varias ocasiones las agresiones y el maltrato que recibían por parte de la maniquí, entre patadas y escupitinajos. Campbell explicó que su mal comportamiento provenía de sus problemas emocionales y adicciones, aun así fue acusada y tuvo que realizar de nuevo trabajos comunitarios.

Con este currículo judicial casi se puede decir que hemos visto desfilar a Naomi Campbell tantas veces por la pasarela como por los tribunales y su carrera todavía no ha terminado.