Ser 'influencer' no es cuestión de edad

La generación millennial ha inundado las redes sociales para mostrarnos sus looks diarios y un estilo de vida aspiracional. Sin embargo, no son las únicas que hacen de Instagram su forma de vida. Las generaciones más adultas también ven en la red social la mejor forma para mostrar las tendencias estilísticas del momento y compartir su día a día adaptándose a los tiempos, pero sin ocultar su edad o madurez.

Yazemeenah Rossi

A sus 64 años, Yazemeenah Rossi comenzó a labrarse su carrera desfilando para casas como Saint Laurent, Thierry Mugler y Christian Lacroix. Sin embargo, fue su largo cabello canoso que no llegó a teñir nunca el que convirtió en su seña de identidad y sacudió los códigos de belleza actuales. Desde entonces, se posicionó como una modelo que no quería pasar por el quirófano para parecer más joven u ocultar su edad y, actualmente, atesora 319 seguidores en Instagram, donde comparte looks y su pasión por la fotografía.

Accidental Icon

Después de dedicarse durante décadas a la enseñanza universitaria, Lyn Slater decidió desmontar el mito de que las blogueras deben ser muy jóvenes para triunfar. Con 63 años posee una comunidad que alcanza los 760.000 seguidores y comenzó de forma accidental, de ahí su nombre. Con el tiempo, se ha convertido en inspiración de jóvenes y mayores, gracias a una personalidad que plasma en sus estilismos.

Baddie Winkle

Tras la muerte de su marido y uno de sus hijos, Helen Van Winkle decidió seguir sonriendo a la vida y se convirtió en influencer de estilo de vida. Sus coloridos atuendos que muestra a diario en internet la han convertido en una auténtica sensación del mundo Instagram, seguida por más de tres millones de seguidores.

Carmen Gimeno

Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense, Carmen Gimeno ejerce como profesora de Dibujo Artístico, Dibujo Técnico y Educación Plástica y Visual en un colegio. Eso no le ha impedido convertirse también en una influencer con 207.000 seguidores.

Linda Rodin

Roza los 71 años y es una habitual del streetsyle neoyorquino. «Las mujeres mayores y los hombres mayores son hermosos de una manera diferente. Desde tiempos inmemoriales, la juventud ha sido considerada bella. Y lo es. Pero las personas mayores son igual de hermosas de una manera diferente». Pasó su infancia y juventud en Italia, pero abrió una tienda de ropa en Nueva York, llamada Linda Hoopp, que tuvo tanto éxito que le abrió las puertas para ser estilista freelance de Harper’s Bazaar, Victoria’s Secret, Revlon o Vogue Italia.