Casa real británica
La Reina Isabel II rendirá tributo a Felipe de Edimburgo en su discurso de Navidad
Serán las primeras Navidades de la Reina sin Felipe de Edimburgo, fallecido el pasado mes de abril
Serán las Navidades más difíciles para la Reina Isabel II. Con la amenaza de ómicron acechando en cada esquina, la Monarca se ha tenido que quedar en en el Castillo de Windsor y no se reunirá, como es costumbre, con el resto de la familia en Sandringham. A sus 95 años no puede correr riesgos que pongan en peligro su vida, por lo que pasará unas fechas atípicas en las que solo está previsto que reciba la visita de su hijo el príncipe Carlos y su mujer, Camila de Cornualles. Ni siquiera verá a su nieto el príncipe Guillermo.
Serán además bastantes tristes por ser las primeras sin su amado Felipe de Edimburgo a su lado, su bastón durante los últimos 70 años de su vida. Precisamente a él le dedicará un sentido homenaje en el tradicional discurso que ofrecerá este 25 de diciembre y que ya fue grabado la pasada semana.
En una de las imágenes del discurso que han adelantado, grabado en la White Drawing Room del Castillo de Windsor, se puede ver a la Reina Isabel II, ataviada con un vestido de lo más favorecedor en rojo y luciendo un broche con un crisantemo de zafiro que usó en 1947 durante una sesión de fotos con motivo de su luna de miel con Felipe de Edimburgo. También lo llevó en su 73º aniversario de boda, en el 20 de noviembre de 2020.
Todo un enternecedor gesto que completa con un marco de fotos junto a ella en el que aparece con su marido. La instantánea fue tomada en en Bradlands (Hamposhire) para conmemorar sus bodas de diamante ( 60 años casados). Es habitual que escoja con sumo cuidado las fotografías de su escritorio y en esta ocasión lanza un claro mensaje, al igual que hizo el pasado año al eliminar el marco de fotos en el que aparecían Meghan Markle y el príncipe Harry.
No será el único homenaje que le dedique a su esposo. El Palacio de Buckingham también ha anunciado que en la primavera se llevará a cabo un servicio de acción de gracias por la vida del duque de Edimburgo en la Abadía de Westminster.