El hermético Ryan Gosling revela detalles sobre su vida familiar con Eva Mendes

Desde que se conocieron en la película Cruce de caminos, lo de Ryan Gosling y Eva Mendes fue un auténtico flechazo. Comenzaron su relación en 2011 y, desde entonces, forman una de las parejas más estables de Hollywood… pero también de las más herméticas. 

No suelen hacer declaraciones sobre el otro y menos aún sobre las dos hijas que tienen en común: Esmeralda Amanda, de siete años, y Amanda Lee, de cinco. De hecho, las únicas fotos que se tiene de la pareja en compañía de sus retoños es cuando los paparazzis han hecho acto de presencia a las afueras de su casa.

Por eso, precisamente, ha sido tan significativo que el actor de 41 años rompiese este silencio y hablase de forma abierta no solo de su relación con Eva, sino también de su tarea e implicación como padre de familia. Ha sido la edición inglesa de la revista GQ la afortunada de sus declaraciones. La conversación surgió mientras se discutía el tema del tiempo. La estrella de La La Land señaló: «Es algo en lo que pienso mucho ahora».

¿La razón? Piensa que sus hijas están creciendo demasiado rápido y tiene que ser consciente del reloj y su paso del tiempo de una manera que nunca solía hacer. La llegada del coronavirus le ha permitido relajar y pausar un poco su vida y disfrutar de tiempo con ellas, aunque reconoce que fue especialmente difícil y desafiante mantenerlas entretenidas.

«Nuestras hijas estaban en una edad difícil para no poder ver a otros niños e interactuar con la gente, a pesar de que Eva y yo lo hicimos lo mejor que pudimos», declaró. Llegó a un punto en el que tanto él como Eva llegaron a actuar más que en sus propias películas. «Qué público más duro», explica.

Por escuetas que parezcan sus declaraciones, en realidad, son de las pocas que ha dirigido a la prensa sobre su familia. En 2020, la actriz realizó una sesión de preguntas y respuestas a través de Instagram y fue bastante tajante: «Siempre he tenido un límite claro cuando se trata de mi hombre y mis hijos. Hablaré de ellos, por supuesto, con límites, pero no publicaré fotos de nuestra vida diaria», explicaba. «Y, dado que mis hijos aún son muy pequeños y no entienden lo que realmente significa publicar su imagen, no tengo su consentimiento. Y no publicaré su imagen hasta que sean lo suficientemente mayores para dármelo».