Juana Acosta relata su pasado más duro

Juana Acosta comenzó a bailar cuando era solo una niña, su talento en la danza prometía como una bailarina profesional de éxito, pero en su adolescencia el sueño se vio truncado. Tras salir de una de sus clases de danza, cuando solo tenía 16 años, recibió una llamada en la que le confirmaban la muerte de su padre tras haber sido asesinado. La vida de Juana cambió y la danza desapareció.

Treinta años después la actriz recupera una de sus pasiones para contar en las tablas del teatro su nuevo proyecto El Perdón, donde cuenta su historia personal interpretándose a sí misma y vuelve a ponerse las zapatillas de bailarina junto al bailarín Chevi Muraday para rememorar su pasado, según ha explicado la actriz en el programa La Roca (La Sexta).

El espectáculo habla de dolor, resiliencia, vida, cómo superar todo lo que le pasó la actriz colombiana en su juventud. Juana Acosta le desveló a la presentadora, Nuria Roca que tras el fallecimiento  ella decidió seguir adelante y perdonar, sin embargo, su hermano no lo superó y quince años después de la muerte de su padre decidió quitarse la vida. «Uno puede llegar a perdonar, primero así mismo y después a los demás porque la violencia genera violencia y en Colombia se ha vivido mucha», explicó durante la entrevista.

«Uno tiene dos caminos, anclarse en la rabia o caminar hacia la vida», cuenta Acosta y ella ha decidido tomar el segundo camino, algo que le ha servido para realizar este proyecto. «Ha sido catártico y revelador volver a bailar. Pensé que no podría, pero he sobrepasado mis miedos».

Respecto al recuerdo que tiene de su padre, la actriz solo tenía palabras de elogio hacia él. «Mi padre, Álvaro Acosta, era un ser extraordinario. Se casó cuatro veces y tuvo seis hijos. Era seductor, generoso y con sentido del humor». Su padre fue asesinado en los años 90 en Colombia, cuando «la violencia estaba en la calle, la vida no valía. Nuca se supo por qué murió», concluye la actriz.