Tras haberse casado con Philippe Junot y Stefano Casiraghi, Carolina de Mónaco encontró el amor en Ernesto de Hannover, pretendiente trono del Reino de Hannover, jefe de la casa real y del antiguo Ducado de Brunswick y Luneburgo. Era uno de los amigos de toda la vida de Carolina. Sin embargo, Ernesto estaba casado con Chantal Hochuli. El aristócrata se divorció de su esposa, y en 1999 contrae matrimonio, en Mónaco, con la princesa Carolina. Las continuas fiestas e infidelidades de él motivaron su separación, aunque no su divorcio. Nunca han llegado a firmar los papeles y, por lo tanto, siguen legalmente casados.