Fundado en 1910

Firman el divorcio de «común acuerdo»GJN/GSL

Casa Real

Las cifras del divorcio de Urdangarin y la Infanta Cristina

Al no tener bienes ni propiedades en común, tan solo tendrán que acordar la manutención de sus cuatro hijos

Desde que hace menos de una semana la revista Lecturas publicase unas fotografías de Iñaki Urdangarin paseando de la mano por la playa de Bidart con una entonces desconocida Ainhoa Armentia, se estaba esperando la noticia de divorcio. Finalmente, el 24 de enero por la mañana la Infanta Cristina y su todavía marido transmitían a través de un escueto comunicado que «de común acuerdo», decidían interrumpir su relación matrimonial. «El compromiso con nuestros hijos permanece intacto. Dado que es una decisión de ámbito privado, pedimos el máximo respeto a todos los que nos rodean», explicaban.

Todavía se desconocen los detalles del proceso de divorcio, aunque se espera que se produzca de manera sencilla, pues no tienen propiedades en común y se casaron en método de separación de bienes. Además, según apunta Vanitatis, es probable que firmaran unas capitulaciones matrimoniales antes de pasar por el altar para, en caso de que no funcionase, tener una solución a mano. Podrían plantearse, además, solicitar la nulidad matrimonial eclesiástica.

De esta forma, la preocupación principal será la manutención de sus cuatro hijos, que todavía dependen de sus padres. Iñaki y la hermana del Rey Felipe VI tendrán que pactar lo relativo a Juan, Pablo, Miguel e Irene, porque, a pesar de que los tres primeros ya son mayores de edad, aún les corresponde percibirla hasta los 25 años. Harán un cálculo y llegarán a un acuerdo, teniendo en cuenta, además, que su situación financiera es radicalmente distinta.

Puede que la Infanta haga un esfuerzo económico mayor, ya que trabaja, desde 2013, gestionando y coordinando los programas del área internacional de la Fundación la Caixa y la fundación Aga Khan con las diversas agencias de las Naciones Unidas que tienen su sede en la ciudad suiza, siendo la que mantenía económicamente a la familia en los últimos años.

Urdangarin, por su parte, lleva años sin trabajar por su implicación en el caso Nóos y, aunque ahora está empleado en Imaz&Asociados, percibe un salario básico, con el que tendría que asumir parte de los costes de pensión alimenticia, estudios, vestimenta, comida o transporte.

¿Pensión compensatoria?

La situación está bastante clara. La Infanta vive en Suiza desde 2013 con Irene, la pequeña de la casa. Los otros tres hijos están independizados en diferentes ciudades. Iñaki Urdangarin reside en Vitoria, en casa de su madre. Ambos progenitores tienen trabajo y no comparten ni bienes ni propiedades. Lo único que tendrán que pactar es lo relativo a sus cuatro hijos y a si Urdangarin recibirá o no una pensión económica tras el divorcio. Y lo harán, en cualquier caso, de forma privada y con negociación.

Cuando los cónyuges se separan, el que menos dinero gana puede solicitar una pensión compensatoria. Sin embargo, aunque esta sea la situación de Urdangarin no se planea que lo pida, ya que su estado actual se debe a su condena penal, resultado de una actividad delictiva, y no a una desigualdad o desequilibrio objetivo entre ambos.

Cláusula de confidencialidad

Al haber sido parte la Infanta Cristina de la Casa Real, Urdangarin debería firmar un acuerdo de confidencialidad para proteger a la Familia Real de todo lo que haya podido vivir bajo sus muros el exdeportista. Es completamente habitual en este tipo de divorcios de alto copete, como así sucedió en el caso de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar. De hecho, al igual que en aquella separación, Urdangarin perderá su escolta y todo privilegio real.