Amaia Salamanca desvela si hubo algo más que una amistad con Miguel Ángel Silvestre

Amaia Salamanca nunca se ha caracterizado por exponer su vida personal más de lo debido. Tanto es así, que han sido pocas las veces que la célebre actriz se ha atrevido a abordar públicamente aquellos aspectos de su vida sentimental que más interés suscitan en los medios de comunicación. No obstante, parece que su viaje a Kirguistán junto a Jesús Calleja, con quien ha compartido una experiencia cargada de reconfortantes aventuras, le ha hecho olvidar la posible repercusión que pudieran tener sus palabras y se ha sincerado como nunca con una audiencia que por fin ha resuelto una de sus dudas más persistentes, si realmente mantuvo una relación sentimental con Miguel Ángel Silvestre durante el rodaje de la mítica serie Sin tetas no hay paraíso, una producción audiovisual que les dio a conocer y que además supuso el principio de exitosas carreras profesionales que todavía siguen tratando de desarrollar.

Tras la pregunta de Jesús Calleja, quien le planteó: «¿Te liaste con Miguel Ángel Silvestre?» Amaia contestó: «No, nada de nada. Es un compañero maravilloso y disfrutamos mucho trabajando juntos, pero no hubo nada más». Una respuesta que para muchos habrá supuesto la más absoluta decepción por la fantasía imaginativa que les suponía pensar que este viejo rumor tenía algo de verdad.

Y es que la actriz también se ha abierto en canal con el presentador a la hora de abordar la relación que le une a su compañero de vida, Rosauro Varo. «Le conocí en Ibiza y fue amor a primera vista porque me divertía mucho con él desde el primer momento», reconoció. Fue tal el flechazo que sintió por el empresario, que enseguida decidió hacer las maletas y mudarse a Estados Unidos para estudiar arte dramático cerca de él.

Desde aquel momento ya han pasado 12 años y, aunque de momento no se han atrevido a pasar por el altar, sí siguen compartiendo su vida felizmente junto a sus tres hijos. «A nosotros nos sirve así, no porque nos casemos significa que nos vamos a querer más», explicó.

La intérprete no solo admira a su chico, sino que además confía plenamente en él y en todo lo que han construido juntos. «Yo con él nunca me aburro y él conmigo tampoco», aclaró dejando entrever que el amor es un factor que a día de hoy sigue predominando entre ellos a pesar de ser muy diferentes y tener estilos de vida completamente opuestos. «Él es más anfitrión y de traer a gente a vernos y yo soy más de salir fuera y viajar. Nos diferenciamos en muchas cosas y aprendemos mucho el uno del otro», apostilló.

En Planeta Calleja la intérprete de 35 años también rememoró sus inicios en el mundo de la interpretación, sector en el que empezó sin muchas ganas, aunque de no ser por ello jamás hubiese podido hacerse un significativo hueco en su amada profesión. «Me llamaron para un casting al que llegué una hora tarde porque no quería ir. Al final mi exnovio me animó y me presenté allí. Para mí fue una sorpresa que me cogieran, pero decidí aprovechar la oportunidad porque en aquella época me pagaban 6.000 euros por un mes de trabajo», confesó. Sin embargo, su salto al estrellato también le hizo replantearse si era eso lo que quería para el resto de su vida: «Me costó mucho llevar el mundo de la prensa porque siempre me gusta tener esa parcela de mi vida más privada. Tan difícil se me hizo que llegué a pensar que no merecía la pena».