Belleza falsa, la cuenta de Instagram que desmitifica a las 'influencers'

«Las redes sociales no siempre reflejan la realidad y aquí tienes por qué». Bajo este lema, la cuenta de Instagram Belleza Falsa desmonta el mito de las influencers con el objetivo de exponer casos de retoques que perpetúan estereotipos pocos reales a través de las redes sociales. Surgida poco antes de la pandemia, la cuenta ya supera los 216.000 seguidores gracias a la habilidad de su creadora, que prefiere mantener el anonimato, de hacerle frente a todas aquellas celebrities que ganan likes a base de Photoshop.

¿Su modo de actuar? Únicamente compara las fotos de agencias o posados en eventos que publican actrices, cantantes o famosas del panorama nacional en Instagram con las reales. Desde entonces, ha expuesto a perfiles públicos como Sara Carbonero, Blanca Suárez, Aitana o Rocío Osorno. Todas ellas o bien alisan su piel para eliminar imperfecciones o bien estilizan su silueta con el objetivo de parecer más delgadas, siendo la más destacada Rosalía con su aparición en Los40 Music Awards.

Claro que el resultado no siempre es el esperado. En algunas ocasiones, las prisas o un conocimiento bastante limitado de las aplicaciones utilizadas hacen que las fotografías mostradas por las famosas estén más retocadas, dejando en evidencia su propio retoque. Fue el caso, por ejemplo, de Pilar Rubio. La colaboradora de El Hormiguero subió una imagen anunciando su presencia en el programa en la que deformó la puerta del fondo para conseguir más volumen en el pelo. Lo mismo sucedió con Violeta Mangriñan, Mery Turiel o Ester Expósito.

En estos tres casos, es notable, además, el llamado «antes y después». De hecho, la cuenta también se ha hecho conocida por este fenómeno de rescatar imágenes antiguas de cuándo aún no eran conocidas y compararlas con las actuales, en las que se pueden observar ciertos cambios estéticos.

Aunque son conocidos los retoques de Mar Torres o Jessica Goicoechea, quizás los más controvertidos hayan sido los de Ester Expósito. La actriz, que acumula en su Instagram 29 millones de seguidores, tuvo incluso que realizar un comunicado vía redes sociales para asegurar que no se había realizado ni rinoplastias, ni bichetomías, ni cirugía estética de ningún tipo.

«Son muchos los jóvenes que me siguen a los que podrían influir estas mentiras. Así que supuestos profesionales y determinados medios de comunicación sean responsables y dejen de utilizar mi imagen para hablar de resultados de cirugías que no tengo. Más profesionalidad», explicaba tajante la actriz.

En realidad, el fin principal de la cuenta es precisamente este, fomentar bellezas reales con fotos en las que no se hayan producido alteraciones de ningún tiempo que puedan afectar o acomplejar físicamente a las mujeres que las consideran prescriptoras.