Alba Santana cuenta la verdad sobre la herencia de sus padres
La hija de Mila Ximénez y Manolo Santana pide públicamente respeto e intimidad tras la últimas informaciones publicadas
Decir que 2021 fue un año difícil para Alba Santana es quedarse corto. Tuvo que decir adiós a sus dos padres, Mila Ximénez y Manolo Santana, en tan solo seis meses. Lidia con el dolor desde Ámsterdam, ciudad en la que reside junto a su marido, Aviv Miron, y sus dos hijos, Alexander y Victoria. Pero las constantes llamadas de la prensa y las informaciones que se publican sobre sus progenitores no le dejan pasar página. Está desesperada y por eso ha pedido públicamente que la dejen en paz.
Así lo ha rogado en su intervención en Sálvame. «No voy a cobrar nada hoy. No tengo ninguna intención de hacer ninguna declaración para un medio ni revista, quiero seguir con mi vida. Me gustaría pedir que me ayudéis en esto. Que me dejen en paz y con la intimidad que siempre he intentado tener», dijo. La petición llega después de que varios periodistas hayan ido a Holanda en las últimas semanas: «Me genera mucha ansiedad y lo estoy pasando mal».
Nunca ha sido muy dada a exponerse públicamente. Las pocas veces que lo ha hecho siempre ha sido por y para su madre. Pero jamás ha vendido su vida en revistas o medios del corazón y por eso pide privacidad y más en estos momentos de duelo. Reconoce que no sabe qué hacer y está cansada de las informaciones que se han publicado recientemente sobre la herencia de sus padres y que asegura que son mentira.
Se refiere al dinero que, según la revista Lecturas, le habrían dejado sus padres: los tres millones de euros de Ximénez y los cero euros que habría recibido del extenista. Una información que no es cierta. «La semana pasada me encuentro con una portada en un medio, un medio amigo de mi madre. La noticia no es verdad, ni mi madre me ha dejado esa cantidad de dinero ni mi padre me ha dejado sin nada».
Lo único que quiere es que la dejen en paz para poder continuar con su vida y lidiar con el duelo. «Esto se me ha ido de las manos y no sé cómo gestionarlo para que se me deje un poquito en paz».