Ainhoa Armentia, invitada de excepción de Iñaki Urdangarin en su casa de Vitoria

Ainhoa Armentia ya es una más en la familia de Iñaki Urdangarin. Así lo prueban las imágenes publicadas por la revista ¡Hola!, que ha plasmado en su número de este miércoles todos los detalles de uno de los últimos planes de la pareja del año y, al parecer, uno de los más especiales. Su relación parece que va muy enserio, o al menos así lo han hecho ver después de que el exduque de Palma decidiese dar un paso más en su relación con la analista contable y adentrarla en su núcleo familiar.

Se desconoce si la trabajadora de Imaz & Asociados ya conoce al entorno del exbalonmanista, pero lo que sí se puede confirmar es que Armentia ya ha visitado la casa de la madre de Urdangarin, donde este reside desde que inició su nueva etapa en Vitoria. Los enamorados parecen haber encontrado en el hogar de Claire Liebaert un refugio que parecen haber convertido en su punto de encuentro. Allí ha tenido lugar una de sus últimas citas y quizá el motivo de elegir este lugar haya sido para poder pasar tiempo juntos de calidad y alejados del foco mediático.

Un piso ubicado en la exclusiva urbanización privada de Ciudad Jardín parece ser todo lo que necesitan para seguir consolidando su relación fuera del alcance de la prensa. Sin embargo, es inevitable que en algún momento los medios gráficos consigan pillarles. Eso es lo que le ha pasado a Ainhoa, que fue fotografiada mientras trataba de salir con la mayor discreción de la casa de su suegra. En las imágenes publicadas por la citada publicación se ve a la vitoriana saliendo en moto del recinto. En días diferentes, también fue visto Urdangarin, que aprovechaba su tiempo libre para pasear con su progenitora, la que parece haberse convertido en su mayor apoyo para estos delicados momentos cargados de polémica.

Y es que estas fotografías prueban que Urdangarin y Armentia ya no solo se ven en el despacho. Hace días conocíamos que, además de lugar de trabajo, la pareja también compartía afición, de ahí que hayan querido apuntarse a clases de yoga en el mismo centro. Todas las semanas acuden a la práctica a la escuela Sanatana Dharma, y, aunque entran y salen por separado, la pasada semana un pequeño desliz terminó delatándoles. Al finalizar la sesión deportiva, los enamorados se fundieron en un apasionado beso con el que terminaron de confirmar su noviazgo y con el que, sin quererlo, disiparon todas las dudas que pudiesen existir acerca del triángulo amoroso del momento. Esclarecieron el panorama actual y dejaron ver que Iñaki ya ha elegido y lo ha hecho tomando partido por la que parece haberse convertido en su nueva ilusión. Desde ese día los enamorados han regresado a sus clases y lo han hecho siguiendo la tónica habitual: discretos, pero dispuestos a compartir espacio y compañeros.

Ahora, añaden un nuevo escenario para sus citas, el hogar de Claire. Siguen siendo precavidos con la prensa, pero no tanto como al principio. Todo apunta a que su relación seguirá el camino de la discreción, pero lo cierto es que ya no se muestran tan preocupados de mantener la distancia de una forma tan radical.