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Victoria Romanovna, la princesa rusa que ayuda al pueblo ucraniano
La Casa Imperial Rusa condena el enfrentamiento por considerarlo «monstruoso» y «antinatural»
Desde que hace una semana comenzase el enfrentamiento entre Rusia y Ucrania, multitud de rostros conocidos se han mostrado consternados. La propia Madonna comparaba a Putin con Hitler utilizando el cuadro del pintor español Jesús Arrúe y músicos como Green Day, Iggy Pop y Nick Cave han decidido cancelar sus giras en el país para condenar la invasión de Ucrania.
La oposición al conflicto también se ha trasladado a las familiares reales de Europa. Sin ir más lejos, la Casa Imperial Rusa ha expresado a través de un comunicado que «es una situación monstruosa y antinatural» y, por lo tanto, reclamaba «la implementación inmediata de la paz».
Tanto la Gran Duquesa María como su hijo y heredero, el Gran Duque Jorge de Rusia y su mujer, la Princesa Victoria Romanovna aseguran que «es espantoso y doloroso ver cómo, durante los últimos ocho años, hermanos y hermanas, cuyos padres, abuelos y bisabuelos juntos defendieron su Patria común, se han enfrentado y derramado su sangre; cómo mueren y sufren ciudadanos pacíficos; cómo los padres derraman lágrimas desconsoladas sobre los ataúdes de sus hijos».
Al mismo tiempo están convencidos de que «todos los pueblos que históricamente pertenecieron al espacio civilizatorio del antiguo Imperio Ruso están unidos por el concepto de una Patria en el más alto sentido espiritual y cultural de la palabra».
Hace unos días decidieron organizar una misa por la paz en la Iglesia de la Trinidad en Moscú y, tal y como ha recogido Hola, comentan que están llenos de dolor porque la paz es un valor universal. Pero quien se está volcando especialmente a ayudar al más de medio millón de refugiados a huir del país es Victoria.
La joven trabaja como directora de relaciones institucionales de FoodbankRus, el que es uno de los principales bancos de alimentos de Rusia y está volcada en proporcionar víveres a los ucranianos que estás escapando del horro de la guerra. Por ahora, sesenta toneladas de comida y bienes de primera necesidad ya han sido donados y distribuidos en nombre de la fundación, ayudando a 6.000 refugiados y 2.000 niños.
La pareja se casó el pasado septiembre, después de varios años de noviazgo. El Gran Duque siempre ha contado con orgullo que su novia «habla cinco idiomas con fluidez y tiene una mentalidad abierta excepcional» y la definió como «una mujer independiente y moderna». «Nos conocimos cuando éramos adolescentes, gracias a amigos en común. Luego nos volvimos a encontrar en Bruselas en 2012. En ese momento, ambos estábamos trabajando con las instituciones europeas. Le pedí que me ayudara cuando comencé mi fundación. Entonces las cosas procedieron de forma natural», relató.
En un primer paso hacia la boda, Rebecca Bettarini, nombre real de la joven de origen italiano, se convirtió a la fe ortodoxa rusa. «La fe es muy importante para mí. Crecí en una familia con fuertes valores cristianos. Durante mis estudios universitarios, mi padre trabajó con Rusia y estuvo asociado con la construcción de la Iglesia Ortodoxa de Santa Catalina en Roma», dijo ella en la entrevista. Su conversión tuvo lugar en la Catedral de San Pedro y San Pablo, en San Petersburgo, donde están enterrados los restos de todos los zares de Rusia. Tras su conversión, Rebecca adoptó el nombre ortodoxo de Victoria Romanovna, una condición para cualquier persona que desee ingresar por matrimonio a la familia imperial.