Historias de realeza
Muna de Jordania, la jugadora de hockey, enfermera y oficinista que enamoró al Rey Hussein
Gran Bretaña tiene una princesa real muy desconocida
Aunque la familia británica es la que copa los titulares internacionales día sí día también, existen otras casas reales con historias igual de singulares que la de Diana de Gales, el Príncipe Carlos, su hijo Harry y Meghan Markle. Una de las más desconocidas, quizás, es la de Jordania, especialmente, la del Rey Hussein, al que apodaron acertadamente como el Rey Enamoradizo. Subió al trono en 1953 con tan solo 17 años tras ser testigo del asesinato del rey Abdalá I, su abuelo. ¿Por qué reinó él en lugar de su padre? Porque a este le echaron del trono al año de ascender por sufrir esquizofrenia.
Al convertirse el Rey, lo único que le faltaba era casarse, motivo por el que acordaron su boda con la princesa Dina, pero una joven Antoniette Avril Gardiner se cruzó en su camino. La versión oficial explica que se conocieron en una recepción oficial a la que acudió Tony, como se la llamaba cariñosamente, acompañando a su padre. Ella era hija única del agregado militar inglés en Jordán y residía en Ammán. Allí se trasladó en 1960 con su familia desde Suffolk y se convirtió en una destacada jugadora de hockey de su colegio en Kuala Lumpur.
Pocos años después, la familia al completo se mudó de nuevo a Reino Unido, donde Toni comenzó a ejercer de secretaria. Gracias a un nuevo destino de su padre, vería cómo esa vida de oficina que le aburría se acabaría para siempre. No dudó en acompañarle a Jordania, donde conoció al Rey. Sobre cómo lo hicieron existen diversas versiones. La más romántica relata cómo Toni consiguió un papel de ayudante de producción en la película Lawrence de Arabia. La visita de Hussein al plató de rodaje hizo que quedaran prendados el uno del otro al instante.
Otra versión más institucional asegura que el primer encuentro se produjo en una recepción de estado oficial, al que tuvo que acudir el padre de Toni por su trabajo diplomático y al que ella no dudó en acompañarle. Sin embargo, en la biografía no autorizada del Rey se relata que se conocieron en una fiesta de disfraces en la Toni interpeló directamente al rey hachemita: «Su Majestad va hecho un desastre».
De un modo u otro, terminaron enamorándose y, poco después, sellaron su amor con una boda en la que Toni cambió de nombre y religión. Abandonó la fe cristiana para adoptar la musulmana y tomó el nombre de Muna al-Hussein. Solo después de dar a luz a su primer hijo , el hoy monarca Abdalá II, asumió el título de princesa real.
El matrimonio tuvo tres hijos más, el príncipe Faisal y las gemelas Aisha y Zein. En este tiempo, Muna de Jordania, –que nunca ostentó el título de Reina– se volcó en el desempeño de una activa labor social en beneficio de los más desfavorecidos y, sobre todo, de las mujeres jordanas. Representó a Jordania en su intensa agenda internacional, justo en los peores años de la monarquía jordana, con constantes amenazas de muerte al Rey y una inestabilidad política peligrosa. A los pocos meses, anunciaron su divorcio.
Muna impulsó, entonces, la creación de la Facultad de Enfermería, primer centro universitario creado en Jordania (su Universidad data de 1962) y animó a las familias a que enviase a sus hijas a recibir formación: ella misma se hizo enfermera y con su ejemplo, muchas jóvenes consiguieron salir del ámbito meramente doméstico.