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Enrique Ponce y Ana Soria por las calles de NimesGTRES

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Las claves del distanciamiento de Enrique Ponce y Ana Soria: ¿qué ha pasado entre ellos?

La pareja sigue tratando de mantener sus vidas alejadas del foco mediático, aunque parece que por separado

Enrique Ponce y Ana Soria vuelven a estar en el punto de mira después de varios meses alejados del foco mediático. Fue en verano de 2020 cuando la pareja protagonizó la que está considerada una de las polémicas más recordadas de la historia de la crónica social, ya que su noviazgo llegó poco tiempo después de conocerse la separación entre diestro y Paloma Cuevas. Este suceso, sumado a la gran diferencia de edad que existe entre el torero y la estudiante de Derecho, les hizo convertirse en la pareja de moda de la temporada, la más seguida, la más buscada y, sobre todo, la más comentada.

Tardaron en dejarse ver juntos, pero, una vez pillados, sus apariciones públicas se fueron sucediendo de manera continua. Se volvieron inseparables e hicieron ver que estaban dispuestos a todo con tal de sacar a flote su aparentemente sólida relación. Sus comienzos fueron de lo más románticos, ya que fueron varias las veces que fueron retratados en una actitud de lo más cariñosa y pasional mientras disfrutaban de intensas jornadas playeras, o de románticos paseos por las inmediaciones del que pronto convirtieron en su nidito de amor.

Enrique Ponce y Ana Soria parecen seguir unidos, pese a los rumores de rupturaCRISTOBAL_DUENAS

Sin embargo, atrás quedaron esos recuerdos imborrables que tanto dieron de qué hablar. Parece que los dos han cambiado mucho, como también lo han hecho sus prioridades y su afán por centrarse en lo que verdaderamente consideran que merece su atención. Ya no son los que eran, o al menos así se lo han confesado varios vecinos de Almería a la revista Semana, publicación a la que han reconocido que han pasado de verles todo el día juntos y acaramelados, a perderles la pista, salvo excepciones en las que les localizan, pero siempre discutiendo.

«Están a punto de separarse», dice uno. «Parece que se los haya tragado la tierra, pero hace poco sí que los vi en el barrio donde viven los padres y los abuelos de Ana y estaban discutiendo. Ella se montó en un taxi y él se quedó colgado en la acera y le gritaba: ‘Ana, Ana…’, pero ella se fue. Y por lo que sé, no debe ser algo aislado», sostiene otro poniendo en tela de juicio el futuro de esta relación. «Ella se siente cohibida y algo sola. Se ha oído que están en crisis, pero lo cierto es que ella hizo muchos cambios por estar con él», cuentan amigos cercanos.

Por el contrario, su familia ha negado, en conversaciones con la citada publicación, que estén al borde del abismo, que se estén planteando romper la relación o que entre ellos exista una crisis difícil de atravesar: «Ella está perfectamente. Está centrada en sus estudios y él, por su parte, está haciendo su vida. Es padre cuando le toca, está pendiente de su economía, de sus propiedades, de su finca y de lo que tenga que estar. Él, como hombre divorciado que es, vive su paternidad y vive sus compromisos. Ahora pasa mucho tiempo en Madrid, pero a Ana le encanta estar sola. Aprovecha para hacer sus cosas. Al final Enrique tiene que atender sus compromisos, pero adora a Ana. Son una pareja que ya quisieran muchas», asegura un familiar cercano a Ana Soria tratando de explicar la situación desde un punto de vista aparentemente veraz con el fin de terminar con lo que la familia considera falsos rumores.

Rosa, la abuela de la estudiante, no ha querido entrometerse en este asunto, pero sí aclarar que lleva tiempo sin saber nada de su nieta, algo que le duele especialmente por todo lo que conlleva: «A Ana llevo sin verla muchísimo tiempo. No sé ni dónde está ahora mismo, solo sé que ella está estudiando fuera. Tú seguramente sepas más que yo y con eso ya te estoy diciendo mucho. Lo que te puedo decir es que hace MUUUUUCHO tiempo que Enrique no viene por mi casa», confirma.

Sea como fuere, lo único cierto es que, según ha podido comprobar Semana, contra todo pronóstico, Ana y Ponce siguen juntos, aunque, al parecer, no tan bien como demostraron estarlo durante aquel mágico verano que les dio la oportunidad de conocerse aún más e iniciar una polémica, aunque entrañable historia de amor que está a punto de cumplir su segundo año.

Lo único que se puede sacar en claro de todo esto es que los enamorados han pasado de vivir su historia muy intensamente a hacerlo de una manera más sosegada y que el distanciamiento entre ellos es más que evidente, aunque esto no tenga por qué ser sinónimo de crisis o ruptura. Según la citada revista, Ana continúa muy centrada en sus estudios de Derecho, mientras Ponce dedica su tiempo a visitar su finca y a viajar a Madrid, donde trata de cumplir como padre con sus dos hijas, fruto de su relación con Paloma Cuevas.