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Mariah Carey: una fortuna de 320 millones en demandas, cirugías y mansiones
La cantante de Nueva York, que hoy cumple 52 años, se ha convertido en una de las diez artistas más ricas del mundo
Las relaciones de familia nunca son idóneas. Si no, que se lo digan a Mariah Carey que acaba de demandar a su hermano mayor para exigir que le pague los costos generados del proceso legal que él mismo inició al acusar a la cantante por difamación. Al parecer Morgan alegaba que su hermana lo había descrito como falsamente violento cuando eran niños en la biografía The meaning of Mariah Carey.
Quiera o no, lo cierto es que empañará, aunque de forma momentánea su cumpleaños, como ya lo hizo en su día la presentación de su libro de memorias. La mítica cantante de All I want for Christmas is you revelaba las distintas tragedias personales que han marcado su prolífica carrera. Porque antes de su fortuna, que supera los 320 millones de dólares –de los cuales 60 son únicamente de las reproducciones de la conocida canción navideña–, hubo violencia familiar, un matrimonio opresor y un trastorno bipolar.
Era tan solo una niña de tres años cuando sus padres decidieron divorciarse. La dificultad económica y familiar que eso supuso fueron el comienzo de una serie de problemas asociados a los prejuicios racionales. Las heridas emocionales que sufrió entonces se las curó a base de la música de Stevie Wonder o Aretha Franklin. Fue entonces cuando acompañó a su hermano a una banda para después pasar a formar parte del coro. Mientras intentaban convencerla para que creyese en sus posibilidades vocales, se cruzó con Tommy Mottola, el presidente de Columbia Records. Un auténtica magnate de las discográficas que apostó por ella en el mundo de la música y en el sentimental.
El matrimonio duró tan solo dos años por la infelicidad de la artista. «¿Por qué me siento tan desgraciada?», sentenciaba ante el férreo control que ejercía su marido. Después de este fracaso sentimental, la cantante se concentró en su trabajo hasta que se sintió seducida por Luis Miguel. Ya había pasado por los brazos de Dereck Jeter, que se convirtió en el segundo hombre con el que tuvo relaciones sexuales. «Él fue el catalizador que necesitaba para salir del control paralizante de Tommy y entrar en contacto con mi sensualidad», explica en su libro.
De ese insomnio crónico y el trastorno bipolar que reconoció poco queda en sus declaraciones. Pero, en su momento, fueron el catalizador para que, junto a otros excesos, acudiese a rehabilitación y desintoxicación, algo que, por lo visto, ya estaría más que superado. La propia artista confesó, hablando de los gemelos que tuvo con Nick Cannon, que crecían en un ambiente seguro, sano y muy distinto a aquel en el que creció.
Como en toda biografía de artista preciado, al mismo tiempo que pasaba sus horas más duras, más éxitos cosechaba en el plano profesional. Las cifras la avalan como una de las diez estrellas de la música más ricas del mundo…pero también en una de las más excéntricas. La figura del pop de los noventa por excelencia suele acumular demandas de exparejas, exmaridos, exasistentes y, ahora también, hermanos, aunque siempre que ha tenido que enfrentarse a ellos ha asegurado que la música fue su refugio. Como también lo son, en la actualidad, las joyas, los viajes y las cirugías.
Famoso es su anillo de 121 quilares de diamantes valorado en más de 10 millones de dólares, que compite con el sueldo de sus doce guardaespaldas o la manía de no tener jet privado y comprar, a cambio, todos los billetes de un avión para poder viajar sola.
Entre las cirugías, destacan su relleno de glúteos, tratamientos reafirmantes de cuello y mandíbula, braquiaplastia para los brazos… y así hasta sumar unas facturas de más 40.000 €. Por algo menos, 35.000 € alquila al mes una de sus residencias de Beverly Hills. Una villa de estilo mediterráneo que no utiliza, ya que pasa gran parte del tiempo en la de Bahamas.