Isabelle Junot y Álvaro Falcó ya son marido y mujer

Plasencia ha acogido este sábado el gran enlace de la temporada. Después de tres años y medio de noviazgo, Isabelle Junot y Álvaro Falcó se han dado por fin el «sí, quiero» en una ceremonia en la capilla del palacio del Marqués de Mirabel, propiedad de la familia del novio desde hace seis siglos y el mismo lugar en el que se casaron sus padres, Fernando Falcó y Marta Chávarri, en 1982. Cerca de 250 invitados de la aristocracia y la jet set nacional e internacional, además de medios de comunicación y un nutrido grupo de curiosos apostados en las inmediaciones del lugar, han sido testigos del colofón a una historia de amor que parece digna del mejor guion de comedia romántica: unos inicios en un enclave mágico como el de la estación de esquí de Gstaad y un encuentro por error que pareció un designio del destino para unirles más que una simple casualidad. Pero no todos ellos han podido entrar en el interior de la capilla por el limitado espacio de la misma. Solo los allegados, entre Marta Ortega y su marido, Carlos Torretta, Xandra Falcó, los del Río o Zeynep Alp, la que fue compañera de piso de la novia, y su marido, Michael Lisman.

La hija de Philippe Junot y Nina Wendelboe-Larsen estaba bellísima y radiante con un vestido de corte princesa, escote cuadrado y mangas francesas. Un diseño «tradicional con un toque moderno» -como así describía la novia horas antes de la boda en declaraciones a la revista ¡Hola!-, que creó en exclusiva la firma nupcial Pronovias. Un impresionante velo de tul de capela y una diadema de diamantes y perlas del siglo XIX, que ya lució en su momento Xandra Falcó, prima del novio, el día de su boda. El resto de joyas, de Rabat, firma de la que es imagen la coach nutricional.

Por su parte, Álvaro Falcó, algo más tradicional en su elección, ha optado por un clásico chaqué inglés con chaleco gris, en contraste con el crudo lucido por sus testigos, un color mucho más apropiado para un novio.

Menú creativo

Quiénes mejor que los hermanos Sandoval para hacer un menú creativo de alta calidad a la altura de este bodorrio aristocrático. Basado en «los sabores de los novios», como así ha explicado el chef Mario Sandoval, comenzaron por 20 deliciosos bocados que hicieron las delicias de los invitados, sin faltar el jamón de bellota. Prosiguieron con un primer plato para después degustar un pescado y terminar con un postre antes de llegar a la guinda del pastel, nunca mejor dicho. La tarta cobra un especial protagonismo en este enlace. «Evoca a Francia, Dinamarca, España...», dice el cocinero, haciendo un guiño a los orígenes de los recién casados.

La nota divertida de la tarde-noche seguro que la pondrán Los del Río, grandes amigos del fallecido Fernando Falcó, padre del novio. Como prueba, la exclusiva fiesta de preboda que celebraron ayer. Los novios (ella con un elegante look exclusivo de su amiga Inés Domecq), que recibían a los primeros invitados en el palacio del marqués de Mirabel, tuvieron la oportunidad de bailar la 'Macarena', al igual que el resto de los invitados. La celebración tuvo lugar en el impresionante patio renacentista, construido en dos pisos, donde instalaron una gran cerramiento de cristal.