El hermano de Tamara Falcó en vaqueros, el enfado de los vecinos de Plasencia y otras anécdotas de la boda de Álvaro Falcó e Isabelle Junot
El palacio del marqués de Mirabel ha acogido este sábado el gran enlace que ha unido en matrimonio al hijo de Fernando Falcó y Marta Chávarri con la hija de Philippe Junot y Nina Wendelboe-Larsen
Mientras que la flor y nata de la aristocracia y la jet set terminaba de darse el último retoque antes de poner rumbo a la capilla del palacio del marqués de Mirabel con su atuendo más elegante para ser testigo del «sí, quiero» de Álvaro Falcó e Isabelle Junot, Duarte Falcó, el menor de los hijos de Carlos Falcó, aparecía en el lugar de la ceremonia antes de la hora prevista y con un look muy informal.
Con vaqueros, sudadera y zapatillas, Duarte se presentó de esa guisa en el palacio sorprendiendo a los medios de comunicación y curiosos que ya aguardaban en la zona para ver a los invitados al gran enlace del año. Incluso llevaba puesta la capucha y eso que el sol brillaba. Tal ha sido el desagrado con su estilismo que le vetaron la entrada en el palacio, según informa el programa Socialité. Tuvo que volver al hotel para cambiarse y regresar a la capilla para ver casarse a su primo.
Sin duda una de las anécdotas de la gran boda a la que no han faltado los amigos del novio, entre ellos, Carlos Torretta con su mujer, Marta Ortega, que hacía su primera aparición pública tras tomar las riendas del grupo Inditex este viernes después de 15 años formándose desde abajo en la empresa. Aunque sin perder su característica timidez, la hija de Amancio Ortega se mostró cercana con los curiosos congregados en la zona e, incluso, se paró y posó para las cámaras.
Otra de las anécdotas de la jornada ha sido la coincidencia de dos invitadas con el mismo vestido. Aunque a su llegada a la ceremonia no se han cruzado, poca gracia les habrá hecho verse dentro luciendo el mismo conjunto en el enlace.
Tampoco estaban muy contentos algunos de los vecinos de Plasencia que han madrugado para ver desfilar a los invitados al bodorrio y a los protagonistas del día, y ni rastro de ellos. Los novios han optado por no asomarse para no ser retratados y proteger así la exclusiva con la revista ¡Hola!, lo que ha provocado cierto malestar entre los lugareños, como así han asegurado a los medios de comunicación presentes.