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Isabelle Junot, el día de su boda con Álvaro Falcó

Invitado indiscreto

Todo lo que no se vio de la boda de Álvaro Falcó e Isabelle Junot

El novio de Tamara Falcó publicó las imágenes del vestido de la novia, que ha vendido la exclusiva a una revista

Preservar la exclusiva de una boda en pleno siglo XXI no resulta tarea fácil. Aquí los tiempos los marcan las redes sociales y raro es que algún invitado indiscreto no sacie el interés del público con alguna publicación rápida en Instagram. En este caso ha sido Íñigo Onieva, novio de Tamara Falcó e invitado fisgón, el encargado de desvelar uno de los secretos mejor guardados de la boda de Isabelle Junot y Álvaro Falcó; el vestido de la novia.

La hija de Philippe Junot lució un elegante diseño de Pronovias, confeccionado por Alessandra Rinaudo, directora artística de la firma. Se trata de un vestido sobrio, de líneas depuradas, con escote balconette, manga francesa y una voluminosa falda con bolsillos rematada en cola. Lo más destacado del atuendo, no obstante, fue la tiara de diamantes y perlas del siglo XIX, con un gran valor familiar y que lució Xandra Falcó en su boda. Completó los accesorios con joyas de Rabat: su anillo de pedida y unos pendientes creados especialmente para su boda.

El novio, Álvaro Falcó, optó por un tradicional chaqué de tres piezas, con el pantalón y el chaleco Príncipe de Gales color gris, y levita negra, firmado por la sastrería madrileña especializada en bodas: Pugil Store.

Isabelle Junot y Álvaro Falcó

Tras la ceremonia religiosa, se sirvió un cóctel seguido de comida en el claustro renacentista del palacio, preparado por los hermanos Sandoval, Diego y Rafael, que cuentan con dos estrellas Michelin en su restaurante Coque. Finalizado el almuerzo, Isabelle Junot lució un segundo vestido más desenfadado, compuesto por un crop top de encaje y manga francesa con cierre trasero de abotonadura nupcial clásica y una falda de talle alto también de Pronovias. De nuevo, el diseño de la novia trascendió a través de las redes sociales.

Isabelle Junot, durante el baile de la ceremonia

El acceso al palacio Marqués de Mirabel de Plasencia, donde se celebró la ceremonia, se convirtió en un desfile continuo de invitados, arropados por los curiosos y paparazis que echaron en falta a una de las invitadas más esperadas; Tamara Falcó . Probablemente, con esa intención de salvaguardar la exclusiva de la boda que se publicará este miércoles, la marquesa de Griñón ni se dejó ver ni inmortalizó en sus redes su estilismo.

Eso sí, al día siguiente no tuvo ningún inconveniente en desgranar con todo tipo de detalla el festín gastronómico que se pegó en Atrio, el restaurante de Toño Pérez, con dos estrellas Michelin. Tanto ella como su novio, publicaron muchos de los platos que les sirvieron. «Vuelta a casa después de un finde increíble. Lleno de amor, bailes y risas», escribía Tamara como broche de un intenso fin de semana.