Miguel Ángel Silvestre, el adonis nacional que no termina de sentar cabeza
Cumple 40 años sin el mayor atisbo de la crisis de mediana edad y convertido en uno de los intérpretes españoles de mayor relumbrón internacional
Con su papel de El Duque en la serie Sin tetas no hay paraíso sembró la fama de sex symbol pero fue en Velvet donde afianzó su estatus de adonis patrio que terminó traspasando las fronteras de Hollywood. Tenista de vocación frustrada por una lesión, modelo en sus inicios y actor por casualidad, Miguel Ángel Silvestre llega a los 40 años este miércoles sin el mayor atisbo de la famosa crisis de la mediana edad. Convertido en uno de los intérpretes españoles de mayor relumbrón internacional y con un currículum cinematográfico que muchos ya quisieran (eso que últimamente parece haber pisado el freno), el de Castellón de la Plana tiene el mundo a sus pies y a millones de mujeres suspirando por sus huesos.
Le atribuyen asiduamente algún nombre. Va a mes por novia prácticamente, pero, como reconoció él en una entrevista el pasado año, «el 90% de esas noticias son mentira». La última, Claudia Ruiz. Pero como todo lo que respecta a la vida privada del actor, ni confirma ni desmiente nada de sus relaciones. Son pocas las veces que habla abiertamente sobre las mujeres de su vida.
Siempre ha reconocido que el gran amor de su vida fue la actriz Belén López, con la que estuvo cinco años. Hoy es su amiga del alma y la mujer que le ha querido de una manera más generosa. «Me enamoré locamente de Belén y, hoy por hoy, es una de mis mejores amigas. Mis sobrinos la llaman tía Belén. Es de la familia», declaró el intérprete en una ocasión.
Blanca Suárez llegó a su vida en 2011 para quedarse durante cuatro años. Se convirtieron en la pareja del momento y fue él quien le regaló a su perro Pistacho, que hoy comparte techo con las mascotas de Javier Rey, la actual pareja de la actriz. Después apareció la actriz de telenovelas Albania Sagarra. Sin confirmación oficial de ninguna de las partes, la relación se recuerda más por la anécdota posterior a su separación que por otra cosa. Ella se creó una cuenta en YouTube solo para contar que ya no estaban juntos. Todo un despropósito. «Ha sido un gran amigo, un maestro... cuando estábamos juntos teníamos una relación muy bonita pero ahora mismo los dos estamos viviendo dos trayectorias muy diferentes», dijo por aquel entonces.
Lo cierto es que Miguel Ángel Silvestre no termina de encontrar la estabilidad emocional. Aunque le encantaría tener una pareja con quien compartir su pasión por el surf, las causas sociales y su amor por la paella, Silvestre prefiere estar solo que mal acompañado, como se suele decir. «Yo no buscaría pareja en base al miedo o a la soledad, porque no es del todo verdad. Cuando has catado el amor, sabes lo que es. Y si no tiene ese sabor, pues oye, mejor no», confesó en esa misma entrevista.
Pero si un nombre destaca entre su lista de mujeres es el de María Lidón, su adorada madre. No hay duda de que heredó de ella su belleza y el gran corazón de su fallecido padre. Seguramente no le falte un plan en Valencia con ella y una paella, que hace el propio actor, para festejar su entrada en esta nueva década.