Luis Medina huye de España tras ser denunciado por Anticorrupción

Luis Medina se ha convertido en personaje del momento, después de que la Fiscalía Anticorrupción le acusase de cometer presuntos delitos de estafa agravada, falsedad documental y blanqueo de capitales, en una querella que ya ha sido admitida a trámite por el juez de Instrucción número 47 de Madrid y que interpusieron contra él y contra su socio, Alberto Luceño, por un contrato que ambos firmaron con el Ayuntamiento de Madrid durante la primera ola de la pandemia. Y es que, dado que desde el momento en el trascendió la noticia, el hijo de Naty Abascal se vio sometido a una presión mediática que le ha resultado imposible soportar, ahora, el empresario ha decidido cortar por lo sano y poner tierra de por medio, al menos, hasta que todo se calme.

Es por esto por lo que, según la periodista Lydia Lozano, el marqués de Villalba ha aprovechado que no tiene que comparecer ante el juez hasta el próximo 25 de abril para abandonar España. Según la periodista, el empresario se montó en un avión durante el mediodía del pasado sábado con el único propósito de escapar del foco mediático. A pesar de que son varios los datos que han trascendido del último movimiento del hijo del desaparecido duque de Feria, lo cierto es que, por el momento, poco se sabe del destino que ha elegido para pasar estos días de aislamiento. No obstante, teniendo en cuenta que su progenitora suele disfrutar de las vacaciones de Semana Santa en su casa de Portugal, no es de extrañar que el empresario haya querido mudarse al país vecino para vivir unos días de relax y desconexión en una inmejorable compañía. Quizá la isla de Tavira ha sido el lugar en el que el hijo de la modelo de alta costura ha encontrado su mejor refugio para estos convulsos momentos de miedo, incertidumbre y quien sabe si arrepentimiento.

Tranquilo y amable

Horas antes de abandonar su hogar y poner rumbo al aeropuerto, el marqués de Villalba quiso tener un gesto de generosidad con los medios de comunicación que se agolpaban a las puertas de su casa y confesar la manera en la que estaba llevando la situación, asegurando estar «muy tranquilo» pese a todo: «No tengo nada preparado porque no he hecho nada malo y confío en la justicia. Estoy muy tranquilo y esperando que la causa se archive, no me queda otra que esperar», aseguró en un tono amable y sin perder de vista a la mascota a la que sacó a pasear.

Del mismo modo, Medina también aprovechó la ocasión para desmentir cualquier tipo de relación con el otro empresario imputado y para aclarar que, aunque sus bienes están «embargados» desde el estallido de la polémica, no están «confiscados» como se ha venido comentando desde hace varios días. Es por esto por lo que, aunque de momento no lo pueda vender, sí puede seguir disfrutando del exclusivo yate de 325.000 euros que compró con la comisión del más del 50% que se llevó, de manera ilegal, de los diferentes contratos que firmó con la Empresa de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid, a la que vendió grandes cantidades de productos sanitarios comprados en China, que él simplemente distribuía y que además parece que llegaron en un estado defectuoso.