El protagonismo involuntario de Pablo Urdangarin al calor de los escándalos de su padre

Iñaki Urdangarin procura asistir a todos los partidos de su hijo Pablo, que juega en el FC Barcelona siguiendo los pasos del exduque de Palma en el terreno deportivo. El todavía marido de la infanta Cristina observaba atentamente el partido desde las gradas junto al resto de los espectadores, con los que no dudó en tomarse alguna foto. El partido tuvo lugar ayer en el pabellón conocido popularmente como ‘La Catedral’, y concluyó con la victoria del equipo de Pablo Urdangarin. Padre e hijo se fundieron en un eterno abrazo y se regalaron constantes muestras de cariño. La sonrisa de Iñaki no podía ocultar lo orgulloso que se sentía de su hijo, con el que mantiene una estrecha relación además de compartir su afición por el deporte. El FC Barcelona se ha hecho con su duodécimo título liguero consecutivo, el primero que logra Pablo como miembro del equipo. Sin duda, es para sentirse muy orgulloso.

En cada uno de sus encuentros, padre e hijo se muestran muy cariñosos el uno con el otro y no es de extrañar, ya que Pablo ha demostrado que a pesar de sus 21 años, tiene un nivel de madurez envidiable. El nieto de Don Juan Carlos siempre se ha mostrado en un segundo plano, pero salió a la palestra tras la publicación de unas fotografías en las que se podía ver a su padre junto a Ainhoa Armentia, su nueva pareja. Los periodistas no dudaron en preguntar al hijo de la infanta Cristina su opinión sobre las polémicas imágenes tomadas en Vitoria, actual lugar de residencia del exduque de Palma.

A pesar de la incómoda situación, Pablo hizo gala de su temple y saber estar a la hora de responder a los medios de comunicación. «Yo prefiero no decir nada porque es un tema familiar pero ya está, son cosas que pasan y lo hablaremos entre nosotros», comenzaba explicando Pablo, que aclaraba también que la relación con su padre era muy buena a pesar de todo. «Sí, todo bien, la verdad. Todos estamos tranquilos y todos nos vamos a querer igual, o sea que ya está, no hace falta nada más», concluía Pablo con una entereza impropia de su edad.

Con esta actitud, el joven se ganó el respeto y cariño de los espectadores, que aplaudieron su educación a la hora de responder a los medios de comunicación. Sin duda, se ha convertido en uno de los protagonistas de la historia entre su padre y Ainhoa. Hace unos días, también se colocó en el foco de la noticia ante la polémica generada por una fotografía de Don Juan Carlos y su familia en Abu Dabi, su hogar desde que salió de España. En la imagen, vemos al rey emérito junto a sus hijas y cinco de sus nietos, pero algo llamó la atención de todo el mundo. Las piernas de Pablo Urdangarin no estaban donde debían, algo que hizo saltar las alarmas sobre un posible montaje. Para terminar con los rumores, se envió una segunda fotografía en la que veíamos al hijo de la infanta Cristina al completo